Un niño de 4 años falleció en la tarde de ayer tras ser rescatado con síntomas de ahogamiento de una piscina de Ciudad Quesada, en el municipio alicantino de Rojales. El menor ha sido atendido en el lugar de los hechos por el SAMU. Durante 40 minutos le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar pero finalmente falleció.

El pequeño, de nacionalidad belga, pero de origen magrebí, había llegado esa misma tarde con su familia a la vivienda de unos familiares en Ciudad Quesada. Iban camino de Castellón, pero decidieron hacer noche en la casa de esos familiares, antes de emprender de nuevo viaje mañana. Un viaje que se ha truncado trágicamente. El pequeño se quedó solo en la piscina y cuando sus familiares se quisieron dar cuenta yacía inmóvil.

Uno de sus familiares se tiró a la piscina para sacarlo y otro, enfermera de profesión, trató de reanimarlo. Al ver que el pequeño no respondía, la familia llamó al 112. Los primeros en llegar a la vivienda fueron los agentes de la Policía Local de Rojales que le practicaron varias maniobras de reanimación, que han sido infructuosas. Al llegar el SAMU, continuaron con la reanimación durante casi 40 minutos, pero fue en vano ya que el pequeño no recuperó sus constantes vitales y los servicios médicos solo pudieron confirmar su fallecimiento. Tras ello, la autoridad judicial levantó el cadáver del pequeño a las 20.30 horas, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense donde se le realizará la autopsia.

Ante el fallecimiento, el alcalde de Rojales, Antonio Pérez, acudió al lugar del suceso para dar el pésame a sus familiares. Pérez insistió en ser muy precavidos con los niños en las piscinas «vigilándolos en todo momento, porque una desgracia puede pasar en pocos minutos».