El Papa Francisco ha designado al español Maximino Caballero secretario general de la Secretaría de Economía del Vaticano, departamento que dirige el Prefecto Juan Antonio Guerrero, según informó ayer la oficina de prensa del Vaticano con motivo del anuncio del nombramiento.

«De todas las diferentes oportunidades profesionales que hubiese podido imaginar, esta es una que nunca ni remotamente se me habría ocurrido», afirmó Caballero tras su nombramiento a Vatican News. Caballero trabajaba actualmente en Estados Unidos, en concreto, en Baxter Healthcare Inc. De hecho, dio el salto después de pasar cinco años en València en la misma compañía como miembro de la cúpula directiva.

Español de nacimiento y americano de adopción, Maximino Caballero nació en Mérida (Badajoz, España), en 1959. Casado durante 31 años y padre de dos hijos, ha desarrollado su carrera profesional en el área de finanzas. Después de terminar la licenciatura de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid, realizó su MBA (Master en Administración de Empresas) en la IESE Escuela de negocios de Barcelona. Trabajó durante 20 años entre Barcelona y Valencia, como líder financiero de varios países europeos, Oriente Medio y África. En el año 2007 se trasladó con su familia a Estados Unidos, donde ha residido hasta la actualidad.

Durante su estancia en América, Caballero obtuvo varios puestos en el área de Finanzas de Baxter Healthcare Inc., empresa mundial de productos y servicios médicos con una cartera de productos de cuidados intensivos, nutrición, renales, hospitalarios y quirúrgicos. También fue vicepresidente de Finanzas para América Latina, VP de finanzas Internacional y VP de finanzas Américas.

«Estados Unidos y Baxter han sido mi casa durante muchos años», señaló Caballero, quien también explocó que procede de la misma ciudad que el Padre Juan Antonio Guerrero. Son amigos desde la infancia. «Hemos crecido juntos, nuestras familias han mantenido lazos de amistad durante toda la vida y hemos estado muy unidos hasta la Universidad. A partir de ahí, la vida nos ha llevado a cada uno por caminos distintos, pero siempre sin perder contacto", detalló.

«Pensar que la Iglesia es solo cosa de curas y monjas y que los demás somos meros espectadores es algo muy generalizado. Sin embargo, los fieles laicos tenemos una labor muy importante que desarrollar dentro de la Iglesia. Para mí, poder colaborar con la Santa Sede es un honor y una gran responsabilidad. Mis 'talentos' son mi experiencia y mi trabajo, y espero con ellos poder poner mi granito de arena y colaborar en la transparencia de la Santa Sede», concluyó.