El sindicato de funcionarios de prisiones Acaip aseguró ayer que 173 internos de dos módulos de la cárcel de Picassent que están en cuarentena por un posible caso de covid-19 «continuarán recibiendo visitas de sus familiares y además se mezclarán con internos de otros módulos que no están contagiados».

En un comunicado, este sindicato denunció la «irresponsabilidad» de la dirección del centro penitenciario, que puso en cuarentena a estos internos porque uno de ellos, que tuvo una comunicación vis a vis con su pareja, supo posteriormente que ésta había estado en contacto con un familiar infectado. Desde Instituciones Penitenciarias explicaron a Efe que este interno en cuestión fue sometido el día de ayer a una prueba PCR y entonces fue aislado en un módulo específico donde cumplen la cuarentena todos aquellos nuevos internos.

Asimismo, aseguraron que se decidió confinar a todo el módulo 9 de forma preventiva, hasta que se confirme si el interno en cuestión es positivo por covid-19. Sobre las visitas de familiares, explicaron que en todo caso son vía locutorio, es decir, sin contacto físico, y que a estos se les facilitan mascarillas y gel y se controla que respeten entre ellos las distancias de seguridad.

Por el contrario, Acaip defiendió que ayer «estaba previsto que 45 internos de ese módulo recibieran la visita de sus familiares, y lo hicieran en los locutorios, donde coincidirían con hasta 32 internos de tres departamentos diferentes».

«Desde el punto de vista sanitario esto es otra barbaridad más; no sólo se permite que esos internos salgan de su módulo, sino que además se mezclarán con los de otros módulos, con lo que se está poniendo en bandeja la dispersión y propagación del virus por todo el centro», señalaron.