La Conselleria de Igualdad aprobó ayer al nuevo plan de actuación que endurece los controles en las residencias para prevenir nuevos brotes. El documento emplaza a los centros sin casos a diseñar protocolos con el objetivo de garantizar la seguridad en las salidas de los mayores, controlando la temperatura, llevando un registro pormenorizado y estableciendo la ducha obligatoria tras el retorno. En las salidas sin pernoctación, los usuarios serán acompañados por profesionales o familiares y, si se van de vacaciones, deberán someterse a un aislamiento de 14 días a su vuelta, como se exige también a los reingresos y a los nuevos ingresos. Aerte cuestionó ayer que la PCR solo se contemple para los regresados una vez han cumplido 10 días de aislamiento. Los centros podrán suspender las visitas por sospechas de brotes y han de garantizar el aislamiento del 10 % de residentes en habitaciones con baño.