El Centro de Atención a Menores de Alborache se encuentra bajo vigilancia activa de control sanitario después de que fuentes oficiales confirmen dos casos de positivo por Covid-19 en dicho centro, entre ellos el de un menor. Como consecuencia de este brote se han suspendido todas las salidas, permisos y visitas, como ha adelantado este periódico.

Desde el Ayuntamiento de Alborache insisten en que se han tomado todas las medidas necesarias para mantener aislada a la persona residente que ha resultado positiva y al miembro del personal en su domicilio. Otras fuentes consultadas por este periódico aseguran que la cifra de contagios entre el personal es mayor y que prácticamente la mitad de la plantilla se encuentra en sus casas en cuarentena. Asimismo aclaran que la mayoría de los contagios entre el personal se habría producido fuera del centro, en locales de ocio donde varios de ellos desempeñan otros trabajos en materia de seguridad.

El departamento de salud pública de Manises, del que depende dicho centro, ha activado el nivel de vigilancia activa de grado uno que es para casos de menor gravedad, según la resolución de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Conselleria de Sanitat a la que ha tenido acceso este periódico.

Los casos positivos detectados han hecho que el CAM de Alborache pase al nivel de vigilancia activa de control sanitario G1, uno de los tres grados establecidos por la comisión de control de centros residenciales, dependiente de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. La vigilancia activa de control sanitario grado 1 (G1) se pone en marcha ante un caso sospechoso o confirmado activo de COVID-19 en residentes o trabajadores, que determina la declaración de brote.

Este nivel conlleva vigilar la evolución de los casos positivos y de la situación epidémica, en colaboración con los recursos sanitarios y el servicio de prevención de riesgos laborales del centro residencial.

Asimismo, se toman medidas como que la persona con infección activa confirmada por COVID-19 y sus contactos estrechos se aíslan del resto de residentes. Además, se han adoptado las medidas necesarias para el diagnóstico precoz de los contactos estrechos.

Se han suspendido todas las visitas sin vinculación profesional a los centros, salvo autorización en situaciones excepcionales y las establecidas por "razones de humanidad ante un fallecimiento inminente y para el alivio de la descompensación neurocognitiva cuando así lo considere el equipo sanitario, adoptando las correspondientes medidas de protección". Además, en ningún caso, se permitirá la entrada a personas con síntomas respiratorios o fiebre.

De igual modo se especifica que se precisará autorización de la Comisión para el ingreso, la baja voluntaria y la reubicación de los residentes. Excepcionalmente, se podrá autorizar por parte de la Comisión el acercamiento de familiares con cita previa para contacto visual, siempre que se pueda realizar sin entrar en el edificio, sin contacto físico y a través de mamparas, cristales u otras barreras físicas similares.

Se cumplirán todas las medidas sanitarias que determine la autoridad sanitaria en función de la situación epidemiológica del centro que serán comunicadas a través de la Comisión de control de centros residenciales del departamento de salud.

Para que se declare finalizado el brote será necesario un informe favorable de la dirección del Centro de Salud Pública del Departamento del Hospital de Manises.

La alcaldesa de Alborache, Paqui Collado, ha pedido a la ciudadanía "responsabilidad para evitar aumentar la alarma" en el municipio. "Las autoridades sanitarias autonómicas se han hecho cargo del control y seguimiento de esta situación y nuestra labor va a seguir siendo, como hasta ahora, transmitir la información basada en la realidad", asegura la alcaldesa.