«Los empresarios de la noche se lo veían venir., y nosotros también», lamentó el pasado viernes por la noche el regidor de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València, Aarón Cano, quien supervisó personalmente el cierre del ocio nocturno en la ciudad junto con un gran despliegue policial. «Afortunadamente ya teníamos una experiencia previa. En marzo y abril ya sabíamos lo que iba a pasar. Lo veíamos venir con las Fallas y ahora ha ocurrido lo mismo con el ocio nocturno», aseguró el concejal, justificando las medidas ante la multiplicación de los contagios en las últimas semanas

«Los empresarios sabían que si se multiplicaban los casos de contagio iban a ser unos de los primeros en verse perjudicados», ya que el cierre de locales es un mecanismo «disuasorios» para que la gente «entienda que no tenemos normalidad».

«Esta decisión se toma porque tenemos una situación en el estado español que no nos podemos permitir, ni siquiera durante las vacaciones», sobre todo, según el concejal, de cara al inicio del nuevo curso escolar.

Cano aseguró que reforzará la presencia policial en zonas de ocio para controlar el cumplimiento de estas medidas, así como para evitar el botellón en ciertas áreas de la ciudad.