Un repunte sin registros previos. Ese podría ser el titular derivado de los datos que este lunes dio a conocer el Ministerio de Sanidad, los cuales registraban más de 16.000 nuevos contagios de coronavirus desde el pasado viernes -parte de ellos casos antiguos- y, en concreto, 1.833 consignados en las últimas 24 horas. Ante estas cifras, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, informó en rueda de prensa que con fecha de inicio en los últimos siete días se habían registrado 5.327 casos, y de ellos el 46 %, cerca de la mitad, corresponden a dos comunidades autónomas, Cataluña (1.015 casos en ese periodo) y Madrid (1.452).

Un dato que, no obstante, eleva a 359.082 los casos totales desde el inicio de la pandemia, aunque como insistió el epidemiólogo, buena parte se debe a los últimos días. Así, en la última semana se han diagnosticado 32.329 nuevos casos, cifra en que, en los últimos 14 días, asciende a 59.162. En esta línea, además, en cuanto al número de fallecidos, este asciende en total a 28.646 personas, cifra que incluye las 54 muertes producidas en los últimos siete días.

Ante todo ello, Fernando Simón vaticinó que en los próximos días habrá un incremento «mayor» de casos tras el momento «álgido» de las «no fiestas» del 15 de agosto y consideró que el aumento de infecciones que se está produciendo es «suave» a pesar de los más de 16.000 positivos que las comunidades han notificado desde el pasado viernes. Este dato «no es bueno». «Nos gustarían cifras mucho más bajas; tenemos un incremento de casos, se observa día a día», admitió el epidemiólogo, quien explicó que los brotes más importantes se están produciendo en el ámbito social, tanto en ocio nocturno como en fiestas familiares. Para evitarlos, Galicia, Castilla y León y Cantabria pusieron ayer en marcha las once medidas acordadas para contener los brotes del covid-19, y se sumaron así a La Rioja y Murcia, que lo hicieron el sábado. El resto de autonomías lo hará durante esta semana.

En esta línea, según Simón, España todavía está «a tiempo» de «conseguir reducir la transmisión». De hecho, en su comparecencia defendió que «en la mayor parte del territorio se está reduciendo progresivamente el nivel de transmisión», por lo que achacó el gran aumento de positivos a «incrementos en algunas comunidades autónomas» . Además, argumentó que se está detectando alrededor del «60 o 70 %» de los positivos, «mucho más» que en marzo y abril, cuando únicamente se identificaba al «10 %».

Preocupación por Madrid

Otro de los puntos que marcó la jornada de este lunes fue Madrid, que este lunes realizaba pruebas en el barrio de Carabanchel -con escaso éxito- a 1.000 personas seleccionadas aleatoriamente. Ante ello, Simón advirtió de que la situación epidemiológica en Madrid «ahora es preocupante» y aunque esta comunidad está tomando medidas «potentes», habrá que «ver si es necesario hacer algo más o no».

Sin embargo, Madrid no fue la única autonomía que ayer realizaba PCR. En Cataluña, la Conselleria de Salut de la Generalitat realizaba 567 pruebas PCR en el primer día de cribaje masivo en el barrio del Besòs-Maresme de Barcelona para detectar casos, una medida que esta prevista que se alargue hasta mañana, después de que este fin de semana se realizara en el barrio de Torre Baró.

Asimismo, este lunes también se conocía que las comunidades autónomas han aumentado su capacidad para efectuar PCR en un 8 % entre el 7 y el 13 de agosto y la tasa de estas pruebas realizadas hasta esa fecha ha crecido hasta situarse en 113,95 por cada 1.000 habitantes.

Edad cada vez más baja

Más allá de pruebas, Simón destacó que la edad media de los afectados es «cada vez más baja»y se sitúa alrededor de los 40 años, aunque en las últimas semanas desciende hasta los 36 ó 37 años, mientras que respecto a las hospitalizaciones -que durante los últimos siete días han ascendido a 1.056 personas, 56 de estos pacientes en UCI- el experto reconocía que es cierto que se incrementan los ingresos, pero también que las altas «se mantienen en rangos aceptables» y que no hay «una presión excesiva» en los hospitales, aunque los de las comunidades más afectadas por los brotes hayan tenido situaciones de «cierto estrés» en su personal médico.