Una semana después de aprobar el nuevo protocolo de actuación para frenar el impacto de nuevos brotes en las residencias de mayores, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas actualizó ayer el documento a las medidas acordadas por el Ministerio de Sanidad en coordinación con las comunidades en el Consejo Interterritorial del pasado viernes. Aunque la indicación general de restringir las visitas a un familiar y con una duración máxima de una hora queda recogida, el nuevo esquema normativo mantiene las salidas de los residentes bajo el criterio de los centros de mayores, siempre y cuando estén libres de coronavirus.

La orden emitida por el Ministerio del 14 de agosto establecía que las salidas de las personas residentes deben «limitarse al máximo», una indicación que sí aparece recogida en la resolución publicada ayer por la Conselleria de Sanidad que endurece la normativa general de prevención del virus. El protocolo que regula el funcionamiento de los centros sociosanitarios incorpora la necesidad de «limitar y regular» las salidas «atendiendo a las circunstancias personales» del residente y a la situación de la pandemia, pero deja en manos de las direcciones de los geriátricos la elaboración de un plan de actuación para gestionar la demanda bajo parámetros de seguridad. Como en el documento inicial, se mantienen las salidas sin pernoctación con el acompañamiento de un profesional del centro o de un familiar, previa autorización del centro y firma de una declaración responsable. También se permite a los usuarios marcharse de vacaciones con sus familias, aunque en ese caso no podrán volver en un periodo inferior a 7 días y deberán someterse a una PCR a su regreso. Con anterioridad no se restringía la duración.

La patronal de empresas que gestionan las residencias, Aerte, cree que la nueva resolución deja «muy abiertas las salidas y muy cerradas las visitas», cuando, a su juicio, las visitas se efectúan en un marco más seguro y las salidas «preocupan mucho más» por el riesgo asociado. «El protocolo queda bajo el criterio de cada residencia, cuando por la orden del ministerio parecía que se iba a aprobar una mayor limitación sobre las salidas», indica el presidente del colectivo, José María Toro.

PCR periódicas

El nuevo protocolo tampoco concreta la recomendación del Ministerio de practicar PCR periódicas a los trabajadores de los centros, aunque indica que deberán realizarse estas pruebas «con la periodicidad establecida por las autoridades competentes», una redacción que para Aerte es poco clara. «Es un error porque las PCR permitirían un mayor control de la situación», opina Toro, que recuerda la demanda del sector -secundada por expertos- para que se amplíen estas pruebas seriadas también a los residentes. El documento sí especifica la obligación de las PCR para el personal que se reincorpora y los nuevos ingresos de usuarios.