«Irenunciable» para la Comunitat Valenciana. Así es el trasvase Tajo-Segura, que la Generalitat defenderá «hasta el final» mientras no haya «soluciones diferentes». El jefe del Consell, Ximo Puig, respondió ayer a las declaraciones del Gobierno de Castilla-La Mancha presidido por el también socialista, Emiliano García-Page. Puig no cedió ni un milímetro al insistir que el agua debe estar garantiza para la «huerta más importante de Europa», que ha apostado por «el acuerdo» y ha rechazado «la batalla del agua» estéril, que «ni interesa ni es útil», recalcó el jefe del Consell en su primera comparecencia ante los medios de comunicación después de unos días sin apariciones públicas.

La bronca en torno al Tajo-Segura se abrió en las últimas horas en cuestión de minutos. Para el PSOE de Castilla-La Mancha, la Comunitat Valenciana «no necesita ni un litro más de agua procedente del Tajo». Para el PSPV, por contra, «el agua es patrimonio de las valencianas y valencianos y las fuertes inversiones del trasvase han garantizado que no haya penurias en nuestra agricultura y en nuestra manera de vivir».

La primera afirmación es del diputado regional de los socialistas castellanomanchegos, Francisco Pérez Torrecilla, y la segunda del síndic de los socialistas valencianos, Manolo Mata. Como informó Levante-EMV, el primero anunció que su partido va remitir una carta al PP nacional, que lidera Pablo Casado, y al de Murcia, presidido por Fernando López Miras, para que se sumen a la petición para dar fin al trasvase Tajo-Segura.

Pérez Torrecillas se quejó de la «enorme bajada de las existencias de agua» en los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, un descenso, a su modo de ver, «innecesario» y provocado porque en el mes de junio se han trasvasado a la zona 114 hectómetros cúbicos de agua. La primera réplica llegó de la mano de Manolo Mata, que anunció que el PSPV y el Botànic utilizarán medidas judiciales, políticas y mediáticas para «seguir defendiendo el agua que necesita nuestra tierra».

Mata anticipó que, en la defensa del trasvase Tajo-Segura, «no nos dolerán prendas en enfrentarnos a otros compañeros de otras comunidades autónomas», un enfrentamiento que ayer confirmó el propio Ximo Puig, al tiempo que daba cuenta de la penúltima crítica del PP, al lamentar que haya «personas que han vivido muy bien en base a guerras estériles», agregó.

De ese modo, ayer, Puig se sacudía la crítica vertida por la vicepresidenta segunda de la Diputación de Alicante y diputada de Ciclo Hídrico, Ana Serna, quien, a propósito de los ataques del PSOE de Castilla-La Mancha, requirió al presidente de la Generalitat que «refuerce su postura y exija al Gobierno de España la defensa del trasvase Tajo-Segura».

Serna reclamó «reacción y contundencia» al presidente valenciano, por lo que Puig no dejó pasar ayer más tiempo para recordar que los recursos hídricos no se tocan.

En todo caso, el jefe del Consell abogó el miércoles -en una visita junto al ministro de Ciencia Pedro Duque- por aprovechar este momento, a la espera de recibir los fondos europeos para la reconstrucción económica y social, para garantizar «agua para siempre». Otra variable, defendida por Puig, es que buscar un sistema mixto que combine aguas reutilizadas procedentes de la depuración, agua producida por desanilizadoras y aguas del trasvase. Y con vistas al futuro, el jefe del Consell adelantó que los Presupuestos de la Generalitat para 2022 darán prioridad a la ciencia, puesto que, hoy en día, ante la pandemia «es fundamental» la alianza entre la ciencia, la economía y la sanidad.

Polémica habitual

La guerra del agua es una polémica habitual en la agenda de la Generalitat y cada verano suele escribirse un nuevo capítulo de enfrentamientos entre comunidades. El año pasado por estas mismas fechas, el anuncio del Gobierno de España de permitir que ?? municipios de la ribera del río Tajo formaran parte de la comisión de explotación del trasvase Tajo-Segura, abriendo la puerta a la presenciade nuevos actores en el órgano que decide los trasvases, generó roces en el Consell.

Entonces, la consellera de Agricultura y Desarrollo Rural, Mireia Mollà, dejó ayer clara su intención depresentar un recurso ante los tribunales contra la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica sobre una infraestructura clave para la economía valenciana,en especial para la provincia deAlicante.

Recientemente, el PSPV ya plantó cara a sus compañeros socialistas manchegos tras el anuncio de que Castilla-La Mancha iba a recurrir en los tribunales la autorización para trasvasar agua del Tajo a la Comunitat Valenciana. La batalla está servida.