Hasta su último aliento, fue un infatigable cronista de la realidad, un entusiasta de la cultura y un ferviente defensor de la justa distribución comarcal frente a la lacra del centralismo. El periodista Josep Antoni Mollà ha fallecido esta madrugada en su casa de Ontinyent como consecuencia de las graves complicaciones de salud que arrastraba.

Mollà ha sido un activo colaborador y columnista de Levante-EMV durante casi 30 años, desde la fundación de la edición comarcal de La Costera y la Vall d'Albaida en 1991 hasta sus últimos días. Ejerció como corresponsal y publicó cerca de 3.000 artículos de opinión en las páginas de este diario, con dos columnas semanales: "El Mirador del Benicadell" y "La Noticia Semanal". Su último artículo en Levante-EMV data del 15 de agosto y abordaba el necesario impulso del Consorcio de las Comarcas Centrales.

Despuntó por su tono crítico con las injusticias, vinieran de donde vinieran, por su incansable afán reivindicativo con las principales demandas de Ontinyent y la Vall d'Albaida y por sus comentarios cáusticos. Como apasionado de la música, también cultivó el género de la crítica y publicó numerosas entrevistas y reportajes. No había concierto en su localidad al que no asistiera desde la primera fila.

En 1987, Mollà fundó en Ontinyent la revista 'Crònica', un referente de la prensa comarcal valenciana que recibió en 1998 el Premio Llibertat d'Expressió de la Unió de Periodistes. La publicación cerró en 2009.

El fallecido compaginó su labor periodística con su profesión de maestro. Una enfermedad degenerativa obligaba a Mollà a moverse en silla de ruedas, cuestión que no le impedía mantener una agitada actividad social: hasta el último momento participó en convocatorias y asistió a actos culturales. Nunca arrojó la toalla y escribió hasta sus últimos días, en los que una leucemia agravada por un infarto sufrido a comienzos de este año terminaron precipitando el final de su vida.