La esperanza de muchos países está puesta en la vacuna contra el coronavirus que está desarrollando la Universidad de Oxford. El equipo de 250 científicos, que lidera la investigadora Sarah Gilbert, trabaja contrarreloj desde febrero para cortar el paso a la covid-19. En tan pocos meses sus avances han sido extraordinarios. El pasado 20 de julio, Gilbert anunció la excelente respuesta de la vacuna en fase experimental, tras ser probada en más de 1.077 voluntarios, adultos sanos, entre 18 y 55 años.

La vacuna había generado una fuerte respuesta inmunológica en los inyectados, capaz de neutralizar el virus, sin tener a cambio una respuesta adversa grave. «Estamos muy contentos. Parece que está comportándose justo como esperábamos que lo hiciera. Tenemos mucha experiencia en el uso de esa tecnología por haber hecho otras vacunas, así que sabíamos lo que esperábamos ver y es lo que hemos visto», declaró al diario 'The Guardian'.

De acuerdo con el estudio publicado en la revista médica 'The Lancet', a la mitad de los reclutados se les administró la vacuna contra el coronavirus. Al resto se les dio una vacuna contra la meningitis. El efecto se midió por la cantidad de anticuerpos y células de linfocitos T, que se generaba en la sangre de los voluntarios, no en la respuesta al virus en sí. Ahora se trabaja en comprobar si ese resultado se traduce en una protección eficaz contra el coronavirus.

Los ensayos para ello ya están en marcha con más de 20.000 voluntarios. En el Reino Unido participan 15.000 personas, en Brasil 5.000 y 2.000 más en Sudáfrica. A diferencia del ensayo anterior, donde el 91 % eran blancos, 5 % asiáticos y menos de un 1 % negros, esta vez se amplía la diversidad racial y también la de la edad. Habrá niños y mayores de 70 años entre los participantes. A la mitad de estos nuevos voluntarios se les administrará la vacuna del coronavirus. Habrá que esperar meses para ver si se infectan, y si eso ocurre, en qué proporción.

Gilbert declaró en abril que se había logrado en tres meses lo que normalmente se consigue en cinco años. Durante el confinamiento, los investigadores de Oxford llegaron a decir que la vacuna estaría lista para septiembre. Ahora ni lo confirman, ni lo niegan, simplemente siguen trabajando a destajo. Por ahora, la farmacéutica AstraZeneca se ha comprometido a fabricar más de 2.000 millones de dosis, 400 de las cuales serían para los países de la Unión Europea. La distribución podría comenzar a finales de este año. El compromiso es vender la vacuna a precio de coste, mientras dure la actual crisis. AstraZeneca tiene otros acuerdos similares con el Reino Unido, donde ha prometido la entrega de 100 millones de dosis y con Estados Unidos a donde irían a parar 300 millones. Y la Comisión Europea ha cerrado dos contratos con AstraZeneca y Johnson& Johnson para adquirir 500 millones de dosis de la futura vacuna contra el coronavirus El personal sanitario y los mayores de 65 años deberían ser los primeros en recibir la vacuna.

De momento, en Oxford son optimistas, pero prudentes. «Queda mucho trabajo por hacer antes de que podamos confirmar que nuestra vacuna ayudará a enfrentarse con la pandemia del covid», admite Gilbert.