El mismo asiento asignado para todo el curso, con mascarilla y en aforo completo. Son las normas que rigen el próximo curso para el transporte escolar, cuya contrata ha prorrogado recientemente la Conselleria de Educación para los próximos dos años.

Así, las empresas dicen estar preparadas para empezar un servicio que mantiene las más de 600 rutas en la Comunitat y con apenas cambios. Lo que sí van a tener que controlar este año es que los asientos tendrán nombre y apellido porque el protocolo publicado por Educación y Sanidad incluye esta premisa que debe controlar el monitor de cada autobús. «Una semana antes de comenzar se asignarán los usuarios, pero no hay que hacer cambios en el autobús», afirma una de las concesionarias consultadas.

De este modo, la asignación de los asientos quedará establecida en un documento que se mantendrá todo el curso y el alumnado mayor de seis años estará obligado a llevar la mascarilla durante todo el trayecto, dato que se «recomienda» también para los más pequeños, pero sin exigirla. Por su parte, los conductores deberán disponer de lotes de mascarillas higiénicas, en coordinación con el centro escolar, en caso de que a algún alumno se le olvide o se le deteriore durante el trayecto.

El extremo más criticado entre las medidas previstas para los autobuses escolares por parte de los padres de alumnos, representados en la Confederación Covapa, se refiere a que se permite completar el aforo. «Entrarán todos, igual que antes de la pandemia», confirman en una de las líneas.

Para Sonia Terrero, presidenta de Covapa, resulta una «incongruencia» que los niños permanezcan en aulas burbuja o grupos de convivencia estable en el colegio para después mezclarse en los autobuses. «Van a ir llenos, nos sorprende muchísimo que no se establezcan distancias, pero tiene su lógica al subvencionarlos Educación, porque tendría que contratar tres veces más autobuses», valora. El mismo dilema se plantea respecto a la coordinación con las salidas de alumnos de forma escalonada de las clases, lo que obligará a los primeros a esperar cinco y diez minutos hasta que lleguen todos los demás. «Lo veo un poco insoportable para estos niños», apunta Terrero.

Lo que marca el protocolo al respecto es que se espere en la parada «manteniendo la distancia física y en orden», de forma que los primeros de la fila sean los que vayan en los asientos de atrás. No dice nada de desinfectar y los padres se preguntan si se llevará cabo.

Más personal de comedor

Para el servicio de comedor, Educación ha doblado la contrata de monitores, 3.000 este curso en la Comunitat para poder tener grupos de alumnos en varios turnos. Está previsto que se encarguen de limpiar las mesas de los alumnos en las aulas a las que lleven la comida en carritos y en recipientes isotermos de corcho.

Los padres de alumnos se plantean a su vez serias dudas de higiene durante el comedor, porque si un niño deja la mascarilla en la mesa es fácil que se le ensucie. El protocolo marca que no se pueden compartir cubiertos ni bebidas y los centros deben contar con mascarillas para reponerlas cuando sea necesario.