«Hay que asumir que el metro y medio, la mascarilla y los grupos estables de convivencia son instrumentos que han venido para quedarse este curso para hacer frente a la situación sanitaria, y que por encima de todo está la salud del conjunto de la comunidad educativa, profesores, alumnos y familias».

Son palabras del conseller de Educación, Vicent Marzà, en una entrevista a EFE, en la que explicó que, con la reorganización de los centros, la reducción de alumnos en las aulas, la contratación extra de profesores y monitores de comedor y los protocolos listos, el sistema educativo valenciano está preparado para iniciar el curso «con la máxima presencialidad» y en «cualquier escenario».Así, señaló que en educación Infantil, Primaria y primero de ESO, los alumnos estarán de forma «cien por cien presencial», mientras que en el resto de Secundaria y Bachillerato podría ser en «días alternos» en función de las necesidades de cada centro.

Respecto al uso de mascarilla, puntualizó que será obligatoria para todos los profesores, salvo los de los grupos estables de convivencia (burbujas), aquellos en los que es imposible que no haya interacción y mantener la distancia, que será voluntaria. Asimismo, detalló que para los niños de hasta cuarto de Primaria «no es necesaria», como tampoco para los mayores «siempre que estén en su pupitre y a metro y medio de distancia», aunque «en el momento en que se levanten de la silla para desplazarse dentro del centro, deberán llevar mascarilla».

«Será un año difícil por mucho consenso que tengamos y muchos instrumentos extraordinarios que hayamos movilizado», expresó y aunque aseguró que están «preparados», en algún momento «habrá que cerrar algún colegio o una clase de un grupo determinado».