Un buda de dos toneladas llegará al puerto de València mañana. Se trata de una figura esculpida en jade blanco birmano que alcanza los dos metros de altura y está valorada en medio millón de euros. La capital del Túria será el punto de entrada de este buda a la península ibérica, pero la efigie deberá continuar su camino hasta el nuevo destino: el mayor templo budista del mundo.

Cáceres, geográficamente situada en el centro de la comunidad autónoma de Extremadura, es estos días noticia por su aspiración de albergar el centro budista más grande del planeta.

La iniciativa, promovida por la Fundación Lumbini Garden, va tomando forma después de que el ayuntamiento de esta ciudad declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad haya firmado un hermanamiento con la ciudad nepalí de Lumbini para que el templo, cifrado en 40 millones de euros, sea una realidad.

De los acuerdos que emanan de este protocolo destaca la donación que la fundación ha realizado a Cáceres del Buda Mahar Karuna, una pieza esculpida en jade blanco birmano de dos metros de altura y dos toneladas de peso, que está valorada en casi medio millón de euros y es un símbolo de la relación entre ambas ciudades.

La efigie fue bendecida en su despedida por el gran monje birmano Bhamo Sayad, líder espiritual de la Sanga Birmana, en la pagoda mundial Kaba. Autoridades como el ministro de Religión birmano, Thura Aung Ko; el embajador de Nepal en Myanmar, Bhim Udas; y Madame Lwin, presidenta de la homónima fundación y una de las principales benefactoras del proyecto, acompañaron en su despedida a España al buda Karuna.

Auguró fuertes lluvias

Como anécdota, Vilanova contó que el gran monje le anunció «hace ya tiempo fuertes lluvias en España el día de la llegada de la estatua. La tierra se limpiará cuando llegue Buddha, y curioso, predicen fuertes lluvias para este fin de semana después de un verano soporífero». Vilanova destacó que Bhamo recibió incluso al papa Francisco durante el viaje del Sumo Pontífice a Asia.