La 'vuelta al cole' ya tiene medidas pactadas con las que echar a andar después de que este jueves el Gobierno y las autonomías fijaran unos puntos que deberán seguir desde el inicio de curso. Así, estos incluyen una actividad lectiva presencial para todos los niveles y etapas del sistema, priorizandola para los más pequeños hasta 2º curso de ESO; la designación de un responsable para el covid-19; el uso de la mascarilla obligatoria a partir de los 6 años con independencia de la distancia de seguridad; grupos estables hasta segundo de Primaria; lavado de manos cinco veces al día; ventilación y limpieza y desinfección de las instalaciones, manteniendo con distancia los servicios de comedor y transporte escolar o toma de temperatura a todos los alumnos y docentes de los centros.

Con todas ellas, la ministra de Educación, Isabel Celaá, quiso lanzar -en una rueda de prensa en las que participaron los ministros de Sanidad y Política Territorial, Salvador Illa y Carolina Darias- un mensaje de tranquilidad a las familias, asegurando que llevar al colegio a los hijos es «seguro», a pesar de que no haya riesgo cero con la pandemia del coronavirus, a la vez que recordaba que es obligatoria la escolarización desde los 6 a los 16 años. En esta línea, destacó que la responsabilidad de los padres en cuanto a llevar a sus hijos sin fiebre se podrá fijar a través de una «declaración responsable» o bien de una «información fehaciente», que se hará llegar a los centros. Y, en cuanto a las medidas a aplicar ante un posible absentismo, Celaá anunció que Educación ha encargado un informe jurídico sobre el tema que será puesto a disposición de las comunidades autónomas en una próxima reunión.

Por su lado, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró no concebir que unos padres lleven a sus hijos a clase a sabiendas de que no están en las condiciones sanitarias para ello, «poniendo en riesgo la salud de su hijo y del resto» de la comunidad educativa.

Un plan que llega «tarde»

Sin embargo, la aprobación por parte de todas las comunidades a excepción de Euskadi -que considera que es competencia exclusiva suya- no estuvo exenta de críticas. Muchas consideran que «llega tarde» y creen que sus propios planes son «más ambiciosos», aunque algunas han adaptado ya sus planes a las nuevas medidas acordadas. En el primero de los casos se situó Madrid, que no apoyó el plan acordado en junio, pero sí este al considerarlo «un documento razonable» y «de mínimos», pero que «se debía de haber debatido hace unas semanas», una línea seguida también desde Galicia. Por su lado, Andalucía, junto con Baleares, pidió y consiguió que la presencialidad se establezca hasta 2º de la ESO en lugar de hasta 4º de la ESO, mientras que Castilla y León o Murcia afirmaron que sus protocolos ya tenían recogidas todas las medidas fijadas en la reunión.

Menos duros se mostraron en otras comunidades con signo socialistas. Asturias o Extremadura celebraron el acuerdo e insistieron en que este refuerza sus planes, algo que también destacó Canarias. Por su lado, Aragón o la Comunitat Valenciana perfilaron su hoja de ruta tras conocer todas las nuevas circunstancias, mientras que Cataluña consideró que hay consenso con la mayoría de medidas adoptadas en la Sectorial de Salud y Educación y pidióque no se busquen «elementos de discordancia» ni debates estériles.

Reunión telemática

Más allá del día, este jueves también se conoció que la próxima Conferencia de presidentes autonómicos, prevista inicialmente para analizar el inicio del curso escolar, tendrá lugar el 4 de septiembre de manera telemática, según anunció la ministra Darias. Así, aseguró que el hecho de que la Conferencia de presidentes se vaya a centrar en el inicio del curso escolar no «se solapa sino que se complementa» con la sectorial de ayer. «Forma parte del engranaje de la nueva cogobernanza», justificó.