El Consell estaba «abierto a mejorar» el protocolo y el acuerdo entre las autonomías y los ministerios de Sanidad y Educación le ha obligado a endurecer una de las líneas que más debate ha generado entre padres y profesores: las mascarillas en clase. Los cubrebocas (y narices) serán obligatorios en las aulas a partir de los 6 años.

Los alumnos valencianos, por tanto, se organizarán en grupos burbuja de Infantil a 2º de Primaria, irán a clase en su 100 % hasta 2.º de la ESO, combinarán la presencialidad en cursos superiores y todos, siempre, llevarán mascarilla cuando estén en el centro.

«Nuestra responsabilidad es adaptarnos en cada momento a la evolución de la pandemia», expresó en un comunicado el conseller de Educación, Vicent Marzà. Hasta ahora, estas solo eran obligatorias para los desplazamientos por el centro mientras que dentro de las aulas quedaban relegadas para cuando no se pudiera respetar la distancia de seguridad entre pupitres. Así, cuando un alumno llegaba a su grupo burbuja o a su asiento (si había distancia) podía quitarse la mascarilla, una posibilidad que ha quedado enmendada.

Esta es la principal novedad de una lista de recomendaciones que amplían las medidas propuestas, pero no las únicas. Algunas de ellas van en consonancia con el plan de contingencia valenciano como la máxima presencialidad del alumnado, la organización de grupos burbuja -aunque sin incluir un mínimo de ratio que la Comunitat Valenciana tiene fijado en 20 alumnos por aula hasta 2º de Primaria- o el metro y medio de distancia física de seguridad como referencia.

Sitio fijo en el comedor

Otras recomendaciones que complementan el protocolo aprobado por las consellerias de Educación y Sanidad son la precisión de lavarse las manos «cinco veces al día», de que las clases sean ventiladas «antes y después de cada clase, en el recreo y al final del día» (aunque el ministro animó a dejar las ventanas abiertas toda la clase) o que cada niño tenga «un puesto fijo todo el curso en el comedor».

También se añade que se tomará la temperatura antes de empezar la jornada lectiva a cada alumno y profesor, pero no especifica si esta actuación deberá correr a cuenta de la familia antes de salir del domicilio o si será un control dentro del propio centro escolar y que se añade a la normativa valenciana en la que se marca que a partir de 37,5 grados, el alumno debe quedarse en casa. Por último, en la Guía de actuación ante la aparición de casos de covi-19 en centros educativos del Gobierno de España señala que en caso de síntomas en el centro un docente acompañará al alumno con un equipo de protección individual adecuado (mascarilla, pantalla facial y bata) y que todos los miembros de un grupo burbuja son considerados «contactos estrechos».

Horas después, al comparecer para exponer los datos del día, la consellera de Sanitat, Ana Barceló, negó al ser preguntada que la Generalitat vaya a hacer PCR «ni ningún tipo de prueba» a todos los profesores ante el inicio del curso escolar. Así, aseguró que las pruebas se harán «cuando se necesiten, se determinen y se considere que son necesarias» y advirtió a los ayuntamientos que anuncien pruebas masivas de ese tipo a trabajadores de la administración autonómica que «no tienen esa competencia».