La pandemia no da tregua y los datos siguen disparados en varias autonomías. Canarias, con 297 nuevos casos, Murcia (344), Euskadi (866) y Ceuta (84) marcaron este sábado un máximo de nuevos infectados desde el inicio de la pandemia. En el caso del País Vasco, aunque la cifra de infectados es la más alta desde el inicio de la crisis sanitaria, también fue la jornada en la que se han practicado más pruebas PCR. Por otra parte, Extremadura notificó 122 positivos, la cifra más alta en esta comunidad desde el estado de alarma.

En Cataluña, una de las comunidades a la cabeza en contagios, ayer se superaron los 13.000 fallecidos por la covid desde que el 6 de marzo muriera la primera víctima oficial de la epidemia, que sigue avanzando. Todo en el día en que quedaron prohibidas las reuniones de más de diez personas en toda la comunidad para intentar contener el virus.

La notificación en las últimas 24 horas de diez nuevos muertos elevó a 13.004 la cifra de fallecidos en Cataluña, tanto confirmados como sospechosos de covid, mientras la epidemia sigue al alza y el riesgo de rebrote en la región (EPG) se situó en 197,5, tres puntos más que ayer. Además, en las últimas 24 horas se registraron 1.547 nuevos positivos (la mayoría diagnosticados por PCR), la cifra más alta de desde el 27 de marzo, en el pico de la epidemia, aunque entonces se hacían unas 4.000 PCR diarias y ahora son más de 16.000.

Para intentar frenar el avance de la epidemia, la prohibición de celebrar reuniones de más de diez personas, tanto públicas como privadas y en todo el territorio de Cataluña, entró en vigor el sábado con la publicación en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) de la resolución que ayer avaló un juez de Barcelona. Salud entiende que es una medida «absolutamente necesaria» para frenar la propagación del coronavirus y evitar un nuevo confinamiento y que es «una limitación especialmente relevante ya que se ha constatado que es en el ámbito familiar y social donde se produce un importante porcentaje de los contagios como consecuencia de la relajación en los controles preventivos para evitarlos».

Ejército de rastreadores

Al igual que los datos se dispararon ayer, varias comunidades reclamaron su parte de los 2.000 rastreadores del Ejército que el Gbierno puso a disposición de las autonomías. Una de ellas fue Asturias, que anunció que pedirá contar con estos refuerzos para controlar el avance del virus. Aunque el director general de Salud Pública de la región, Rafael Cofiño, no especificó el número exacto que demandarían. «Tomamos medidas drásticas precisamente porque no queremos estar como están en otras partes de España», apuntó Cotiño. Añadió que «es preferible declarar una alerta naranja» que verse obligados «a confinar cinco concejos».

Por otra parte, La Junta de Andalucía sí que pidió a la Secretaría de Estado de Sanidad 360 rastreadores del Ejército para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Cinco fallecidos registrados por coronavirus en el último día elevan a 1.500 las víctimas mortales por la pandemia en esa comunidad que en las últimas 24 horas contabilizó 860 casos positivos de pruebas PCR.

La tercera comunidad que formalizó su petición al Ejecutivo fue Baleares. Así, solicitó un centenar de rastreadores del Ejército para contribuir a combatir la segunda ola de coronavirus en las islas, indicaron fuentes oficiales este sábado. Actualmente la Islas Baleares disponen de 190 profesionales dedicados al rastreo, y están formando a un grupo de treinta que está previsto que se incorpore en los próximos días. La Conselleria de Salud y Consumo indicó en comunicado, que ante el incremento de casos diagnosticados de los últimos días -una media de 300 a 400- resulta necesario aumentar los recursos para continuar con la labor de búsqueda de casos, especialmente de los asintomáticos

Restricciones en Madrid

Por otro lado, ante la evolución de la pandemia en la Comunidad de Madrid, el gobierno autonómicoestá estudiando limitar el número de personas en las reuniones sociales para evitar contagios. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, avanzó en declaraciones a la cadena Cope que su Administración ultima una orden para ejecutar «una especie de operación retorno» tras las vacaciones.

La presidenta descarta por el momento un confinamiento y cerrar la región, un asunto que además asegura que no es de su competencia, aunque reconoce que Madrid es una comunidad autónoma «muy vulnerable» y por eso hay que protegerla «de manera excepcional», principalmente en el terreno de los transportes.