La simple acción de bajar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena puede ser fundamental en los colegios, institutos y universidades a la hora de frenar la transmisión del coronavirus en los espacios educativos.

María Jesús Molina Cimadevila, veterinaria científica, ha demostrado de una forma práctica, a través de un llamativo vídeo, lo que también se ha certificado a través de un artículo publicado en la revista científica Physics of Fluids: tirar de la cadena en el excusado sin cerrar la tapa genera una nube de partículas en el aire que puede llegar a contener el virus y se mantiene el suficiente tiempo para poder ser inhalado o asentarse en los bordes.

Cuando el agua cae hacia el retrete se genera un remolino cuya fuerza centrífuga expulsa hacia afuera alrededor de entre 6.000 y 10.0000 gotículas, generando una nube de partículas que pueden contener coronavirus.

Cabe recordar que en algunos colegios e institutos las tapas de los retretes a veces escasean, bien por actos vandálicos, bien porque no se han repuesto tras su continuado uso. Y que en guarderías y escuelas infantiles directamente muchas veces no hay tapa del inodoro con niños tan pequeños.

Análisis de riesgos

«La vuelta al cole no solo es una cuestión de ratios, sino que debe de haber un análisis de riesgos global, hacer una evaluación integral de los mismos en la escuela y una formación adecuada de toda la comunidad escolar», insiste Molina Cimadevila, responsable de la empresa de divulgación científica Aprende con Danio.

El virus SARS-CoV-2 se excreta por heces durante más tiempo incluso que por nasofaringe, recuerda además la científica, quien ha querido comprobar de primera mano los riesgos de tirar de la cadena sin bajar la tapa en estos tiempos de la covid-19. Con la orina no está claro aún.

Para ello echó una sustancia fluorescente al inodoro, apagó la luz e iluminó con luz ultravioleta la estancia. Tras tirar de la cadena con la tapa abierta del váter se observa cómo en el aire revolotean las partículas de la sustancia fluorescente y además terminan por depositarse en la taza e incluso más allá, en el lavabo. Posteriormente hizo lo mismo con la tapa cerrada y se demuestra que no sale ninguna partícula. El vídeo se puede ver en su canal Ciencia con Danio.

«Se han aislado coronavirus viables tanto de baños de hospitales como de familias en cuarentena», apunta la funcionaria en excedencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien se pregunta: «En un colegio ¿cuántos grupos burbuja pasarán por el mismo baño cada día? El baño es una potencial fuente de contagio que debemos controlar también en los centros educativos».

En el estudio de la Universidad de Yangzhou se simularon los flujos del agua y aire en dos tipos de inodoro, uno con una sola entrada para descargar y otro con dos. Los responsables del estudio concluyeron que en ambos casos se expulsaban partículas en forma de aerosol al aire después de tirar de la cadena. De hecho, el estudio constata que que entre el 40 y el 60 % de las partículas pueden alcanzar una altura superior a un metro, una nube de partículas, que se disemina en el aire, y que puede flotar hasta un minuto después de haber tirado de la cadena. Así que mucha precaución en el aseo.