Dentro del cóctel de factores que provocan esta tormenta perfecta para el comercio aparece, junto a los rebrotes, las restricciones o la contención del gasto, algo de lo que se habla poco: el teletrabajo. «Si no se intenta que el trabajo sea más presencial van a cambiar definitivamente los hábitos de consumo», apunta Rafael Torres, de Confecomerç. En efecto, a la reducción del flujo de personas a las ciudades por el miedo a los rebrotes o el transporte público se suma la cantidad de empleados de oficinas que han desaparecido de los centros urbanos hace meses.

La digitalización es, ahora más que nunca, un reto para el comercio tradicional. Unió Gremial, en este sentido, va a lanzar ahora, en plena pandemia, un proyecto de digitalización (Nou Gremial), una plataforma de venta agrupada a la que ya se ha sumado medio millar de comercios para la venta on line, explica Motilla.