Benigànim vivía ayer la primera jornada de confinamiento con tranquilidad y cierta libertad de movimientos, en un aislamiento más parecido al de los primeros días de desescalada. La afluencia de gente por las calles por la mañana era menor que el lunes, cuando aún no se había hecho efectivo el confinamiento, aunque el ir i venir de vecinos era notable. Comercios, tiendas, bancos y otros establecimientos están abiertos y el cierre más notorio era el de los bares, en los que ayer reinaba el silencio. Los vecinos pueden incluso salir a caminar y practicar deporte, según informó el ayuntamiento, aunque piden que se haga en solitario.

Los vecinos, eso sí, salían «a lo imprescindible», tal como explicaba una mujer mayor que venía de comprar. «Desde el primer confinamiento que salgo poco, solo para lo necesario» y afirmaba que «hay que tomar medidas porque esto [el virus] se ha extendido mucho. Hay más contagios de los que pensamos, porque la gente joven y también la gente mayor, se ha pasado». Inés, propietaria de una frutería en la calle l'Església, ahondaba en que las salidas se han reducido a lo estrictamente necesario. «La gente procura salir lo mínimo, a comprar vienen un día y hacen la compra para toda la semana», exponía la vendedora en un breve momento sin clientes.

Jaume y Maite se dirigían con sus hijas gemelas «a comprar comida para llevar, y de ahí a casa». «La gente tenía dudas sobre qué hacer, pero no es un confinamiento domiciliario, como el primero», explicaba Jaume, que indicaba que por la mañana «he salido a caminar, pero por caminos rurales, para evitar coincidir con otros».

Maite, que es maestra y hoy empieza en l'Olleria, ya se había informado sobre cómo desplazarse a su puesto de trabajo. «Se han cortado carreteras y hay que ir por la Pobla o por Xàtiva», exponía. Y es que las restricciones en la entrada y salida a la población sembraron ayer las críticas de vecinos, sobre todo los que tenían que ir a trabajar fuera. Benigànim amaneció con solo dos accesos abiertos, el de Xàtiva y la Pobla del Duc, mientras que hacia Bellús y Alfarrasí y hacia Quatretonda quedaron cortados, provocando colas de vehículos a primeras horas. Los afectados criticaban ayer esta falta de información y desde el consistorio explicaron que la actuación «se produjo de madrugada y eso impidió que el ayuntamiento fuera informado y lo trasladara a la ciudadanía».

Los controles en los accesos también preocupaban a Txamila y Anna, dos jóvenes que tenían que ir a València «a hacer gestiones sobre la matrícula en la universidad y en el piso, y no sabemos si necesitamos justificante para salir y de quién».

Pruebas serológicas

Por otra parte, los agentes de la Policía Local, trabajadores de la brigada municipal y otros empleados municipales se sometieron ayer a una prueba serológica en una clínica local, según explica un trabajador de la brigada a la salida de la misma. «Nos han dicho que viniéramos a la prueba, de extracción de sangre». Un agente de la Policía Local añadía que «no fuimos citados a la prueba masiva de la semana pasada en el polideportivo, por no haber estando en contacto con un contagiado, pero hoy nos han dicho de hacernos esta prueba serológica», afirmaba. La Policía Local vigilaba ayer las calles de Benigànim, donde la vida seguía, pero a menor ritmo.