Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible pasan obligatoriamente por lograr asociaciones mundiales sólidas y cooperación. Las Naciones Unidas abogan por trabajar conjuntamente en lograr sinergias entre todos los agentes sociales -gobiernos, sociedad civil, científicos, mundo académico y sector privado- y alcanzar un programa que garantice el éxito a nivel global, nacional, regional y local. Estas alianzas se deben construir, según la ONU, sobre principios y valores, visión y metas comunes, que sitúen a las personas y al planeta en el centro, priorizándolo sobre los intereses individuales.

Para ello, las Naciones Unidas se han propuesto, dentro de su Agenda 2030, revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible que se pactó en 2015 y que pretendía acabar con la pobreza, reducir las desigualdades y combatir el cambio climático.

Muchos países requieren asistencia oficial para el desarrollo con el fin de fomentar el crecimiento y el comercio. Aun así, los niveles de ayuda están disminuyendo y los países donantes no han respetado su compromiso de aumentar la financiación para el desarrollo. Debido a la pandemia de la covid-19, se espera que la economía mundial se contraiga fuertemente, en torno a un 3 %, en 2020, lo que constituiría su peor recesión desde la Gran Depresión.

La ONU señala que «ahora más que nunca es necesaria una sólida cooperación internacional con el fin de garantizar que los países que poseen los medios para recuperarse de la pandemia reconstruyan mejor y consigan los Objetivos de Desarrollo Sostenible».

Y es que ningún país en solitario va poder hacer frente a la crisis sanitaria, económica y social generada por el coronavirus. La solidaridad a nivel mundial no es solo un imperativo moral, sino que también repercute en el interés global.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, meses atrás hizo público una serie de informes de políticas para que la comunidad internacional de una respuesta coordinada a la pandemia manteniendo a las poblaciones más vulnerables como prioridad principal. «La covid-19 es la mayor prueba que hemos enfrentado juntos desde la formación de las Naciones Unidas», afirmó Guterres. «Esta crisis humana exige una acción coordinada, decisiva, medidas de política inclusivas e innovadoras de las principales economías del mundo, y el máximo apoyo financiero y técnico para las personas y los países más pobres y vulnerables», señaló el secretario general de la ONU.

La mayoría de los países en desarrollo no cuentan con recursos propios suficientes para financiar una respuesta a la covid-19 y unas medidas de recuperación adecuadas, de ahí que la cooperación internacional y la financiación externa resultan vitales».

Agravamiento de la deuda

Los países más pobres están bajo una espada de Damocles llamada deuda: un agravamiento del nivel de endeudamiento alimentado por los tambaleantes precios del petróleo y de otros productos básicos puede ser letal. «Las Naciones Unidas están exigiendo derechos especiales de giro destinados al alivio de la carga de la deuda y a la ampliación de la moratoria de esta para todos los países en desarrollo», afirma la ONU.

El Informe de financiación para el desarrollo sostenible de 2020 enumera las medidas para rebajar el impacto de la incipiente recesión global y crisis financiera, especialmente en las naciones menos desarrolladas a partir de investigaciones y análisis conjuntos realizados por más de 60 organismos de las Naciones Unidas e instituciones internacionales. Además, el secretario general de la ONU creó un Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas de Respuesta y Recuperación, medida que se sumó a la elaboración de un Plan Mundial de Respuesta Humanitaria con el objetivo de ayudar a las poblaciones más vulnerables, incluidos los refugiados y los desplazados internos.

Un nuevo Fondo de Respuesta Solidaria a la covid- 19 recaudará fondos de un amplio abanico de donantes para apoyar la labor emprendida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Fundación pro Naciones Unidas y sus asociados para ayudar a los países a responder a la pandemia.

Fortalecer la solidaridad global mediante alianzas mundiales y de cooperación es más necesario que nunca con la imprevista aparición de una pandemia que es otra amenaza para la consecución de los ODS.

«Necesitamos alianzas sólidas e integradas a todos los niveles»

«Para aplicar con éxito la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, debemos pasar rápidamente de los compromisos a la acción. Para ello, necesitamos alianzas sólidas, inclusivas e integradas a todos los niveles». Así lo expresó el ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en el momento de la creación de estos ODS, en 2015. Desde entonces, se ha logrado progresar en las alianzas para el financiamiento, con ayudas dirigidas a los refugiados, principalmente. El nivel más alto de asistencia oficial para el desarrollo se situó en 135,2 billones de dólares en 2014. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer y se debe tratar de lograr más alianzas para la prestación de servicios fijos masivos, que tienen un coste muy elevado en la actualidad.

j. v. m. valència