Los rectores y rectoras de las cinco universidades públicas de la Comunitat Valenciana se reunieron ayer con la consellera de Universidades, Carolina Pascual, y la secretaria autonómica, Carmen Beviá, para seguir puliendo detalles y medidas de cara al inicio de curso universitario, que será a partir del 14 de septiembre.

Una de las cuestiones que están encima de la mesa es cómo garantizar las prácticas en los laboratorios, necesarias para obtener una formación completa en los estudios más experimentales y de ciencias de la salud, principalmente.

Como explica Juan José Ruiz, rector de la Universidad Miguel Hernández de Elx y actual portavoz de la Conferencia de Rectores Valencianos (Crupv), estos casos preocupan más que las clases teóricas que se dan en aulas convencionales, pues las prácticas de laboratorio deben ser sí o sí presenciales y no hay manera de hacerlas a distancia. Y es que, como apunta Ruiz, «en las prácticas es imposible mantener la distancia porque, por ejemplo, hay que compartir el microscopio». El rector recuerda que anteriormente se indicó que, en este caso, los estudiantes debían llevar mascarilla, pero ahora esta ya es obligatoria en todas las situaciones, además de la distancia.

Por esto, ayer las universidades pidieron a la conselleria que consulte a Sanidad cuál sería la mejor manera de poder mantener esta parte de la formación presencial. No obstante, según ha podido saber este periódico, siguen vigentes las últimas instrucciones de julio al respecto, que indican que cada alumno deberá tener en el laboratorio un espacio de 2,25 m2 y llevar mascarilla. Además, «de forma complementaria» se recomienda, siempre que se pueda, «evitar intercambio de objetos, limpieza constante de material y espacios, evitar contacto directo, asegurar ventilación adecuada y climatización sin recirculación del aire».

Otro de los puntos que preocupa a las universidades es el de evitar aglomeraciones, sobre todo en los accesos y salidas de clase o en las cafeterías. «La entrada a clase puede ser escolanada 'desfasando' un poco los horarios, pero evitar corrillos a la salida va a ser complicado, por eso apelamos a la responsabilidad», apunta Ruiz. Asimismo, consideran que la Generalitat debería implantar la app «Radar covid», que ya se usa en otras comunidades para rastrear los contactos de las personas con covid-19 y ya trabajan en maneras de controlar el aforo en los campus, en tiempo real. En esta línea, la consellera afirmó ayer que estudian «todas las herramientas tecnológicas para hacer ese rastreo» y que centrarán los esfuerzos en «ver cómo se tiene que hacer seguimiento para contener el contagio, en caso de que sea detectado algún positivo» en los campus, adelantó.

Estos días, además, las universidades también deben planificar y concretar en qué invertirán la parte que les corresponde de los fondos extraordinarios -procedentes de la Unión Europea-, de los que aún se desconoce la cantidad que llegará a la Comunitat Valenciana, pero que se deben justificar y tener una finalidad concreta.