El 7 de septiembre, más allá del aniversario que cantaba Mecano, se había convertido en una obsesión para la comunidad educativa, un día marcado en rojo. El momento llegó y los sindicatos de docentes, vigilantes tras un verano de nervios, sonrieron. El protocolo funcionó y todos destacaron una medida por encima del resto: la vuelta escalonada, por horas o por días hasta el viernes, ayudó a que el primer día de puertas abiertas en los colegios e institutos transcurriera con normalidad.

«La vuelta escalonada ha hecho que el regreso sea asumible para los centros», indicaron desde el Stepv, el sindicato mayoritario entre el profesorado valenciano. «Ha facilitado la gestión del primer día», añadían desde la rama educativa de CCOO PV. «Ha evitado aglomeraciones», expresaban desde UGT PV; «era una medida necesaria», señalaron desde la FSIE (la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza y Atención a la Discapacidad) o, en valoraciones de Escuelas Católicas (la federación mayoritaria de centros concertados), «nos sirve de entrenamiento y para observar lo que podamos mejorar».

El regreso por fases a las aulas, a elección de cada centro hasta el día 11, era una de las medidas acordadas por el Foro Educativo, el encuentro en la que está representada toda la comunidad escolar valenciana. En este, donde participan los sindicatos junto a la dirección de colegios e institutos tanto públicos como concertados y privados o asociaciones de Ampas, se llegó al pacto que hoy rige la vuelta a las clases y al que se le sumó una rúbrica de colaboración entre la concertada y la Conselleria de Educación.

«Demasiado pronto»

Estos acuerdos hacen que las críticas que puedan llover en caso de incidencias tegan el paraguas de las firmas conjuntas sobre el protocolo. Sin embargo, de momento, estas son por asuntos menores. «Ha habido bastante normalidad dentro de lo excepcional de la situación y de los cinco o seis centros que no han podido abrir», manifiesta Marc Candela, miembro de la dirección del Stepv, quien asegura que entre los docentes había «muchas ganas de recuperar la presencialidad pero está contrarrestada por el miedo al contagio». De todas formas, insisten en que la vuelta el día 7 «ha sido demasiado pronto porque hay institutos y FP con matrículas abiertas que no saben exactamente todas sus necesidades» y señalan que hay centros donde aún no han llegado las mascarillas o los termómetros que desde conselleria indicaron que habían enviado 10.000.

La responsable de Educación de CCOO PV, Xelo Valls, destaca el «mucho y buen trabajo que está sacando adelante el profesorado» y explica que la intención del sindicato es «preguntar a la afiliación cómo han vivido la vuelta a clase, cómo ven la situación y qué necesidades tienen». Esta encuesta preguntará de cuántos niños son las ratios, si ya tienen disponibles las mascarillas, si se cumple la limpieza, si falta personal: «cosas del día a día que queremos saber por nuestra gente en el terreno».

Desde UGT PV, Pepe Gil, clarifica que será «la semana que viene cuando veamos la capacidad de los centros con todo su alumnado», pero apuesta a que los colegios e institutos «serán en este curso los lugares más seguros frente al contagio siempre que se cumplan los protocolos». Desde FSIE mostraron satisfacción porque «desde el primer momento la conselleria nos ha escuchado», aunque continúan reivindicando la figura del sanitario en los centros. Para CSIF, esta falta de personal médico en colegios e institutos y la no realización de las pruebas PCR a los docentes son las «asignaturas pendientes» de Educación, mientras que destaca «la labor del personal docente».

La secretaria autonómica de Escuelas Católicas, Vicenta Rodríguez, se une a la valoración positiva y «sin grandes problemas» de la vuelta. «Las entradas y salidas han sido muy rápidas y los alumnos han comido en las aulas», expresa al tiempo que añade que observaron menos niños en las clases de Infantil, «entre cinco y siete menos de media por clase». Por su parte, desde el Sindicato Independiente ANPE criticaron que el curso se inicie con «incertidumbres organizativas e incumplimientos en las condiciones higiénico-sanitarias».