La Conselleria de Educación está preparando una serie de recomendaciones dirigidas a las familias con el objetivo de que estas las tengan en cuenta a la hora de socializar con sus hijos e hijas, fuera de los centros educativos. Así lo apuntó ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà, quien explicó que en el actual contexto de covid-19 considera «necesario trasladar recomendaciones a las familias en este sentido», aunque no sea estrictamente una «competencia educativa».

En concreto, en una conversación digital organizada por el periódico Información -del mismo grupo editorial que Levante-EMV-, el conseller se refirió al alumnado más pequeño, que ha vuelto al «cole» con un nuevo modelo organizativo: el de las clases «burbuja» o grupos estables de convivencia (implantados por las escuelas hasta 2º de Primaria obligatoriamente).

Se trata de las clases de como máximo 20 niños y niñas (en algunos casos la conselleria ha autorizado 25), en las que no se guarda la distancia interpersonal -al ser imposible en estas edades. En ellas, los menores permanecen la mayor parte del tiempo con su tutor o tutora y siempre juntos para todas las actividades que realicen en el colegio (ir al patio, al comedor...), sin mezclarse con otros grupos.

Además de facilitar que los escolares de menor edad mantengan contacto personal y puedan desarrollar sus habilidades sociales del mismo modo que antes de la pandemia, los grupos «burbuja» también posibilitan una mejor respuesta en caso de un positivo en el aula, pues la guía indica que guardarán cuarentena tanto el alumnado como el tutor y, si se han seguido al pie de la letra los protocolos, los casos de la covid-19 no deberían ir más allá.

Para intentar evitar al máximo esta situación y prevenir brotes y cierres de aula, el conseller ve aconsejable que las familias intenten que sus hijos e hijas «coincidan en los espacios de socialización fuera de las aulas con el mismo alumnado que el grupo 'burbuja'». El objetivo es dar más «impacto y efecto» a esta medida, igual que se hace en las actividades extraescolares, recordó, donde los niños y niñas pueden estar con otros de sus grupos y, si no, deben guardar la distancia.

Marzà adelantó que la conselleria trabaja en una guía de recomendaciones que hará llegar a los padres y madres aunque, según ha podido saber este periódico, está en un estado «muy inicial».

Así, de esta manera se da respuesta a la pregunta que se hacían muchos padres y madres: ¿qué pasa con los parques? En principio, en base a lo que apuntó el conseller, no es la mejor idea si hay muchos niños, no van a la misma clase y no hay distancia interpersonal. «Es muy recomendable para las familias que mantengan las pautas fuera del centro educativo», apuntó, en la misma línea de lo que ya están trasladando algunos ayuntamientos.

Mayoría de clases presenciales

Durante la conversación, en la que el conseller respondió las dudas de diferentes ciudadanos, Marzà reconoció que este «no es un curso sencillo», y será «muy importante» el contacto entre centros educativos y de salud, además de la «colaboración y predisposición total del profesorado, centros y familias». Vicent Marzà recalcó la organización «centro a centro» que se realizó durante el verano y detalló que, en la mayoría de centros de Secundaria, el alumnado va todos los días, incluidos la mayoría de grupos de 2º de Bachillerato.

En cuanto a los estudiantes que asisten al instituto en turnos semanales, Marzà aclaró que no pasan a tener clase telemática, sino que recibirán tareas para hacer en casa y considera que esto no les provocará un peor resultado académico: «no creemos que tendrá una afectación muy grande porque la educación es más especializada y se puede avanzar mucho más, por lo que el tiempo en clase será más efectivo y se enseñará más de lo que la gente pueda pensar». Y es que, las clases serán con la mitad del alumnado.