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Curso político

Puig se mantiene firme y defiende ante su militancia los pactos con la oposición

"Necesitamos puentes y no muros", afirma tras las reticencias de Compromís a acordar con Cs

Puig se mantiene firme y defiende ante su militancia los pactos con la oposición

Los socialistas valencianos inauguraron ayer curso político. La pandemia manda, así que lo hicieron a través de ordenadores, mediante un encuentro telemático del secretario general del PSPV y president de la Generalitat con la militancia. La emergencia sanitaria manda, y el eje del discurso de Ximo Puig fue la situación «excepcional» por la covid-19 y la necesidad de afrontar este momento desde el máximo consenso político y la unidad de acción.

«Necesitamos puentes y no muros». «Busquemos el pacto», dijo, «esforzándonos por encontrar puntos de encuentro». El mensaje fue claro. Lo dirigió a la oposición, especialmente, por el bloqueo en las instituciones de España.

Pero es también una llamada de atención implícita a los socios en el Consell, después de que en los últimos días Compromís y Unides Podem (con más rotundidad los primeros) han marcado distancias de esta estrategia y han defendido unos presupuestos de la Generalitat de 2021 «botánicos», al margen de los acuerdos de reconstrucción firmados en julio.

«Necesitamos el máximo apoyo posible en los presupuestos autonómicos. Necesitamos acuerdos que superen la aritmética de los gobiernos», afirmó Puig, frente a las posiciones de los socios. «¿Por qué conformarnos con acuerdos del 51 % si podemos confluir en un consenso mayor que represente a una parte más gran de la sociedad?», se preguntó durante su intervención.

Esta última referencia señala a la situación del Consell del Botànic, que cuenta con una mayoría suficiente (52 escaños de 99 en las Corts) para aprobar las cuentas de 2021 sin necesidad de nadie más. Para Puig, es preferible no limitarse a esa mayoría y buscar acuerdos «sin miedo a la diversidad, sin prejuicios. Pensando, siempre, en dar respuesta a toda la sociedad, no solo a una parte de ella».

Ana María fue la afiliada (llegaron a 1.300 en los momentos punta) a la que le correspondió la primera pregunta e incidió en este asunto. Puig le contestó apelando al «sentido de la excepcionalidad histórica». «La sociedad valenciana no quiere confrontación, es estéril y provoca frustración», abundó. La ciudadanía «quiere consensos para garantizar empleo y una sanidad pública de calidad».

«Ha pasado algo muy grande», subrayó el jefe del Consell, que expuso que en este momento solo trabajan 1,5 millones de los 5 millones de valencianos. Por ello, considera que «se exige mayor capacidad de entendimiento para dar la vuelta a la situación».

Puig subrayó que la C. Valenciana es «la única» que ha conseguido un triple acuerdo de reconstrucción (Alcem-nos) y esa «fortaleza» es «el modelo que ha de guiar la salida de esta crisis».

El jefe del Consell insistió en una idea clave en sus últimos discursos: la política ha de garantizar la seguridad y la estabilidad. El camino es la unidad de acción. «Estamos cansados de que sea una frase vacía», sentenció.

Puig animó a los militantes al enaltecer la socialdemocracia como ideología a la que todos se suman hoy, cuando el neoliberalismo y las recetas de Thatcher «se han demostrado inútiles».

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