Si los colegios son espejos del comportamiento del virus en la sociedad , era esperable que con la vuelta al cole llegaran los positivos a las aulas. No por una mala praxis escolar sino porque, hasta ahora, cruzar los lindes educativos no elimina el virus del cuerpo infectado en algún punto exterior. La primera semana desde la vuelta al cole ha dejado una nueva normalidad dentro de las alertas periodísticas: la de la suspensión de clases por cuarentena tras un positivo. En las últimas dos jornadas escolares se informó del cierre de hasta trece aulas en toda la Comunitat Valenciana y la consiguiente cuarentena de alumnado y docentes que se suman a casos anteriores. El CEIP Els Germanells de Rafelbunyol, por ejemplo, se convirtió el miércoles en el primer centro que tuvo que aislar un aula burbuja tras el positivo de una alumna. Sin embargo, este grupo volverá a las clases el próximo lunes tras los resultados negativos del resto de sus compañeros y de la maestra. Los que se tendrán que confinar hasta las pruebas son los de otro grupo del mismo centro donde se ha detectado un positivo del mismo foco familiar que la primera alumna. En València, el CEIP Profesor Ramiro Jover ayer dio las clases con dos grupos menos. Tras detectar tres positivos (dos de personal laboral del colegio y un docente), desde el centro están «a la espera de los resultados de las pruebas PCR del resto de profesorado confinado». «Por este motivo están de baja 10 personas del claustro y por tanto tenemos falta de profesorado para atender todos los grupos de Primaria». Caso similar al del CEIP Clara Campoamor de Paterna que suspendió ayer, a instancias de Salud Pública, las clases en dos aulas a la espera de que pruebas PCR confirmen si sendos alumnos son positivos por coronavirus. Según explicaron desde el centro, durante la jornada de jueves dos padres comunicaron al centro que dos alumnos, de cursos diferentes, se habían realizado las pruebas PCR para determinar si sufren coronavirus. Uno de los niños presentaba fiebre mientras que el otro se encontraba asintomático. Por ello, Salud Pública aconsejó a la directora que suspendiera las clases y que todos los alumnos de las dos aulas permanecieran en sus casas. Asimismo, el alcalde de Burjassot, Rafa García, informó del aislamiento de una clase burbuja por un positivo covid en el CEIP Miguel Bordonau y en el Grau de Gandia el CEIP Joan XXIII deja en casa a dos grupos tras sendos positivos, una de 4º de Primaria y una de Infantil. A estos se les une el confinamiento de dos grupos de dos colegios distintos en Vila-real, en total, 40 alumnos y sus docentes al registrar dos casos positivos por covid-19; el cierre de una clase en una escoleta de Castelló por el contagio de un menor que tiene a un familiar infectado y la cuarentena de otra aula en Villena por el positivo de un alumno el CEIP Ruperto Chapí. Ante esta situación de goteo de casos, el conseller de Educación, Vicent Marzà, aseguró que las aulas afectadas se mueven entre el 0,3 y el 0,4 por ciento, una cifra «muy poco significativa». «Entra dentro de la normalidad esperable que en las aulas se haya detectado algún positivo al igual que en el resto de la sociedad», indicó el responsable de Educación. Por otro lado, el Tribunal Superior de Justicia de la C. Valenciana estima la petición del Ayuntamiento de Torrevieja sobre las PCR al personal docente destinado en los centros de la localidad.