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Beniatjar: a la umbría del Benicadell

"El terreno aunque montuoso y fallo de riego, es bastante fértil y casi todo cultivado, viéndose en todas direcciones multitud de olivos, los mas frondosos del valle, algunos algarrobos, higueras, viñas y porción de tierra campa destinada á cereales"

Vista aérea de Beniatjar

Beniatjar se localiza sobre una loma en la vertiente septentrional de la Sierra del Benicadell, en la umbría. Forma parte de la comarca de la Vall d'Albaida, en la provincia de Valencia. El término municipal limita con los municipios valencianos de Otos (Oeste), la Pobla del Duc (Norte), Salem y Rafol de Salem (Este), y los alicantinos Beniarrés y Gaianes (Sur). Todos ellos se caracterizan por formar parte de un territorio singular, el entorno montañoso del Benicadell. Son, pues, municipios de la montaña valenciana.

Beniatjar es un municipio de origen árabe que los musulmanes fundaron como la alquería "d'Ibn Nadjah" (Qaryat ibn Nadjâh). Protegida por el barranco de Benicadell, fue territorio de musulmanes hasta que Jaime I y sus tropas conquistaron en el siglo XIII estas tierras. Los musulmanes, sin embargo, siguieron siendo moradores de alquerías y otros lugares dispersos, hasta la expulsión de los moriscos (1609).

Erigida como población independiente en 1574, el éxodo rural lleva afectando al municipio de Beniatjar durante décadas. La población actual es tan sólo de 223 habitantes, cifra que representa alrededor de la mitad de los 421 habitantes que tenía en 1950. En 1900 tenía 560. Beniatjar ha sido y es pueblo escasamente poblado.

Economía rural basada en el secano

La localidad se encuentra integrada en un paisaje agrícola dominado por bancales de olivos que completan los sectores más próximos a los valles y corredores. Históricamente, el término municipal al igual que los de su entorno, era rico en el cultivo de olivos y Jaime I recompensó a sus hombres con estos campos tras la conquista del municipio. Beniatjar basa su economía en esta agricultura de secano, que, junto al mencionado olivo, también hallamos viñas, almendros y algarrobos, que algunos agricultores utilizan para producir productos ecológicos. Destaca por la actividad agroindustrial la cooperativa oleícola de mayor volumen de la comarca, la Cooperativa Beniatjar-Oli del Benicadell, la cual produce aceite de oliva virgen cosechado en estas tierras. Además, sobresale la producción de excelentes vinos procedentes de los viñedos del entorno, como es el caso del Celler L´Arc.

El clima de Beniatjar favorece esa especialización agrícola; es mediterráneo con rasgos de continentalidad, debido a su altitud; pues el municipio se encuentra a 417msnm. Con inviernos cortos y fríos en los que llega a nevar en lo alto de la Sierra del Benicadell, y veranos calurosos. Situado en el paraje de la Umbría del Benicadell, las lluvias se distribuyen durante el otoño, el invierno y la primavera, motivo por el cual esta zona posee una flora más variada que la vertiente meridional de la sierra, la Solana del Benicadell.

El Benicadell es un referente del senderismo valenciano. Motivo por el cual se cuenta con varias rutas como el sendero oficial, el PR-CV 213, Beniatjar-Benicadell-Beniatjar, espectacular, que es recorrido obligado para turistas y visitantes atraídos por la naturaleza y las excelentes panorámicas de la Vall d´Albaida y del Comtat.

Un rico patrimonio histórico

El casco urbano conserva la apariencia del urbanismo morisco, con calles estrechas y casas que todavía conservan puertas de madera, rejas de forja en sus ventanas y azulejos votivos. En el casco antiguo de la población hallamos la Iglesia de la Madre de Dios de la Encarnación (1689) construida sobre la antigua mezquita, de la cual conserva la orientación a la Meca. En la parte más alta de Beniatjar, se halla el calvario, que junto con el mirador del "Barranquet", ofrece unas fabulosas vistas de la Umbría del Benicadell.

En el entorno del núcleo urbano, se hallan monumentos y vestigios históricos como el Pont dels Moros, de época musulmana y construido con piedra irregular y argamasa que presenta un arco de medio punto; y la nevera del Benicadell, situada a 1025 metros de altitud en la sierra del Benicadell, testimonio del comercio de hielo de los siglos XVI al XIX. Tanto el puente como la nevera se encuentran en buen estado de conservación.

El paraje de la Carbonera: castillo y pinturas rupestres

Al suroeste del pueblo y situado sobre la Peña del Castellet a 600 msnm, entre los barrancos de La Loma y de La Carbonera se halla el Castillo de la Carbonera. El castillo disponía de una posición privilegiada con excelentes vistas tanto de la Umbría del Benicadell como de buena parte de la comarca de la Vall d'Albaida. El Cid ocupó en el año 1091 este castillo que tuvo que reconstruir ya que los árabes lo destruyeron antes de abandonarlo. De época musulmana, solo quedan las ruinas de esta importante fortificación de considerables dimensiones y algunos restos como murallas, muros interiores, o el aljibe. El castillo es uno de los principales reclamos turísticos de Beniatjar y es uno de los lugares que forman parte del "Camino del Cid", itinerario turístico cultural que recorre España siguiendo los pasos del caballero medieval del siglo XI.

En el término municipal de Beniatjar se han identificado diversos yacimientos arqueológicos y pinturas rupestres como las que se encuentran en los abrigos de "el Castellet". Situados en el mismo cerro del Castillo de la Carbonera, se halla un conjunto de pinturas de excepcional valor datado en el neolítico antiguo, descubiertas en el año 1933 por Rafael Pardo Ballester, hijo de Beniatjar. Encuadradas en el denominado arte esquemático antiguo, estas pinturas son referentes para los investigadores del arte rupestre levantino, y consisten en unas 70 figuras pintadas en color oscuro, en escenas de caza. Se trata de una interesante muestra del Patrimonio de la Humanidad declarado en el año 1998. El Ayuntamiento ha acondicionado la zona, mejorando su accesibilidad.

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