La pandemia de covid-19 será «más dura en octubre y noviembre», meses durante los cuales va a aumentar la mortalidad. Esas fueron las palabras de advertencia pronunciadas ayer por el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, declaraciones a la agencia France Press que se producen en un momento en que Europa registra un gran incremento de los contagios aunque la mortalidad se mantiene por el momento estable en sus cifras. Según el experto de la organización, este aumento en el número de muertes diarias se deberá al alza de casos por la reanudación de la epidemia en Europa. «Estamos en un momento en el que los países no quieren oír este tipo de malas noticias, y lo entiendo», dijo el jefe de su filial europea, que sin embargo quiso enviar «el mensaje positivo» de que la pandemia «se detendrá, en un momento u otro». La OMS Europa ha reunido, ayer y hoy, a sus 50 estados miembros para discutir la respuesta a la pandemia y acordar su estrategia de cinco años. El alto funcionario de la ONU, con sede en Copenhague, advirtió a quienes creen que el fin de la epidemia coincidirá con el desarrollo de una vacuna, aún en proceso. «Escucho todo el tiempo: la vacuna será el fin de la epidemia. ¡Por supuesto que no!», exclamó Kluge. «Ni siquiera sabemos si la vacuna será eficaz en todos los sectores de la población. Algunas señales que estamos recibiendo es que será eficaz para unos pero no para otros», subrayó el médico belga. «Y si tenemos que pedir diferentes vacunas, qué pesadilla logística», advirtió también. «El final de la pandemia será cuando, como comunidad, hayamos aprendido a vivir con ella. Y eso depende de nosotros. Es un mensaje muy positivo», dijo. El número de casos en Europa ha aumentado considerablemente las últimas semanas, sobre todo en España y Francia. Para evitar que la situación actual se pueda reproducir en el futuro, la OMS también subrayó ayer la importancia de invertir en un sistema de salud público «robusto» para afrontar pandemias como la del coronavirus, que «pasará, pero no será la última». En un discurso con motivo de la 70 sesión del comité regional de la OMS para Europa, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que una de las «lecciones más dolorosas» de esta pandemia es que, al igual que los países invierten en su infraestructura militar, deben hacerlo en la sanidad pública, para poder prevenir y responder con rapidez a posibles brotes. En esta línea, Kluge afirmó que una de las principales enseñanzas de la crisis sanitaria es que «un sistema nacional de salud fuerte» se traduce en una «seguridad sanitaria nacional fuerte». «Ninguna pandemia se ha ganado sólo en el hospital», dijo, y subrayó la necesidad de quitar la presión que recae sobre médicos y enfermeros para protegerlos del desgaste de cara al invierno en el hemisferio norte. Según Kluge, los «héroes», sin duda, han sido los trabajadores de la sanidad y de los servicios sociales, «que han arriesgado sus vidas para proteger a la sociedad», pero también «los trabajadores en primera línea», como los profesores, «para que la sociedad siga funcionando». Por otro lado, Ghebreyesus advirtió de la necesidad de controlar la pandemia del coronavirus para no perder más vidas y evitar nuevos confinamientos, al tiempo que apeló a utilizar las herramientas disponibles hasta que llegue la vacuna contra la enfermedad. Sanidad notificó este lunes 27.404 nuevos casos de contagios por coronavirus desde el viernes, un tercio de ellos en Madrid, lo que elevó hasta 247 por cada cien mil habitantes la incidencia acumulada de casos de covid e incrementó en un punto la presión asistencial en los hospitales españoles. Con todo ello, según las cifras facilitadas por las comunidades al Ministerio de Sanidad, en 24 horas se confirmaron 3.023 nuevos positivos, con lo que la cifra total de infecciones se eleva a 593.730, y la de fallecidos a 29.848, 207 más en los últimos 7 días. Como viene siendo habitual, Madrid se colocó como la comunidad con más contagios al anotar 10.864 nuevos casos más desde el viernes (910 en las últimas 24 horas), seguida de Aragón con 401 positivos en las últimas 24 horas y el País Vasco, con 288. Además, los nuevos brotes mantienen ingresados a 9.044 enfermos de covid, de los que 1.157 están en UCI, lo que significa una ocupación del 8,5 % de las camas hospitalarias, un punto más que el pasado viernes, y en las últimas 24 horas se han producido 908 ingresos y 346 altas. Entretanto, continúan las restricciones para evitar la extensión de los contagios, y el Gobierno murciano decidió ayer que el casco urbano de Lorca pase a fase 1 con limitación de la movilidad salvo por motivos esenciales. Mientras, la Generalitat catalana aprobaba limitar al 50 % el aforo de la restauración en Girona y Salt para reducir el contagio en el marco de una serie de medidas especiales que se publicarán mañana y que se prolongarán quince días.