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El Botànic aparca la pelea interna por la reforma fiscal en espera de las Corts

La ley de acompañamiento de los presupuestos de 2021 no regula nuevos impuestos, pero Compromís confía en incluirlos en el trámite parlamentario u Incorpora ventajas fiscales relacionadas con la covid y por vivir en municipios despoblados

El Botànic aparca la pelea interna por la reforma fiscal en espera de las Corts

La batalla por la reforma fiscal dentro del Botànic II continúa, pero se aplaza de nuevo y todo apunta tendrá como próximo escenario las Corts. La Conselleria de Hacienda sometió ayer a exposición pública el anteproyecto de ley de medidas fiscales, de gestión administrativa y financiera y de organización de la Generalitat de 2021, más conocida como ley de acompañamiento de los presupuestos, un texto en el que no aparece ningún tipo impositivo nuevo ni alusión alguna a la fiscalidad verde que reclama Compromís y Unides Podem. La omisión, advierten desde Compromís, no supone en modo alguno renuncia definitiva sino que este debate «se ha pospuesto» para cuando la ley entre en fase de enmiendas en el parlamento valenciano. Con todo, que el borrador no contemple ninguna cuestión de calado que afecte a la fiscalidad tiene enjundia ya que se produce en un momento de tensión entre los socios del Consell por el acercamiento del PSPV y Ciudadanos. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quiere un presupuesto de unidad que cuente con el respaldo de la oposición, al menos de Ciudadanos que tome como base el acuerdo de reconstrucción aprobado en las Corts a principios de agosto, pero Compromís (y Unides Podem, aunque con menor intensidad) ya han advertido de que las segundas cuentas del Botànic II han de ser cien por cien botánicas y pactarse en el seno del Consell sin concesiones, al menos a priori, a la oposición. Esencia botánica El acuerdo de reconstrucción en las Corts ya generó disputas internas ya que tanto Compromís como Unides Podem no veían con buenos ojos la proximidad con los partidos del centro derecha al entender que debía prevalecer la esencia botánica. La fiscalidad verde fue uno de los puntos calientes que estuvo apunto de hacer descarrilar el pacto de las Corts dado que su inclusión era una línea roja para Ciudadanos.

Finalmente, el texto se rebajó y se incluyó una redacción ambigua con la alusión a «nuevas medidas impositivas dentro del ámbito de la fiscalidad verde dentro de las directrices de la UE y del New Green Deal». El texto sirvió para allanar las reticencias de Ciudadanos y darse también por satisfecho el tripartito, pero la hora de la verdad llega con la elaboración de las leyes presupuestarias. Para evitar bloquear el texto, el Botànic se ha dado un tiempo, si bien desde Compromís se afirma que se está trabajando para incorporar la nueva fiscalidad vía enmiendas. La cuestión es que Ciudadanos ha dejado claro que no apoyará unos presupuestos que suponga aumentar la presión fiscal. Y para el PP, que está al margen de las conversaciones, subir impuestos es también un muro infranqueable para un hipotético respaldo o abstención. Por lo pronto, el texto difundido ayer se limita a recoger una serie de nuevas ventajas fiscales muy vinculadas situación de pandemia. El presidente de la Generalitat fue el encargado de anunciarlas. El Consell introduce una deducción fiscal para quienes hayan estado afectados por un ERTE durante el estado de alarma y hayan cobrado la ayuda adicional de 150 euros y por financiar programas de investigación o gastos ocasionados por la pandemia. En 2021 habrá una reducción del 5 % en las primeras matrículas universitarias para estudios de ingeniería y sanitarios. Por otro lado, Presidencia hace un nuevo guiño a los municipios en riesgo de despoblación al incluir deducciones en el IRPF de 300 a 540 euros por residir en localidades despobladas, a las que se sumarán 120 euros en caso de tener una hija o hijo, 180 por dos y hasta 240 por tres. También se incluyen ventajas fiscales para las mujeres víctimas de violencia de género por arrendamiento de la vivienda habitual. En concreto, se equiparan las ventajas a las que ya tienen las personas jóvenes o con discapacidad. Además, se introduce una reducción del 95 % hasta 60.000 euros en transmisiones dirigidas a donaciones en metálico para ayudar a las mujeres a comprar una vivienda. El texto no recoge nuevas ventajas fiscales para la empresa familiar, una cuestión que atascó la negociación de la ley de acompañamiento de 2020 y que generó una enfrentamiento entre Compromís y PSPV. El PSPV tuvo que renunciar a que en esta ley de acompañamiento se activaran en toda su profundidad las ventajas fiscales prometidas por Ximo Puig en campaña electoral. En ese momento, hubo un acuerdo para avanzar en futuros presupuestos, aunque la pandemia ha hecho saltar por los aires estas previsiones. El asunto ni si quiera ha sido planteado por la parte socialista, consciente de

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