Los expertos lo venían advirtiendo ante el aumento de los casos durante la vertiginosa desescalada: el descenso de la mortalidad era algo coyuntural propiciado por la caída de la edad media de las personas contagiadas y que, si no se contenía la transmisión del virus, los fallecimientos terminarían subiendo. Es el proceso de esta enfermedad. Primero las infecciones, entre 10 y 15 días después llegan los ingresos hospitalarios y, finalmente, las muertes. Las nueve comunicadas ayer por la Conselleria de Sanidad igualan el peor dato desde el fin de la alarma en la Comunitat Valenciana, registrado el pasado viernes. La tendencia en este apartado es claramente al alza. Hace seis semanas hubo dos muertos; la siguiente, cinco; hace cuatro, nueve; después 14, 20 y la última, 27. En la presente ya son 17 las personas que han perdido la vida por la covid-19. La cifra de brotes también dejó ayer una nueva marca de agua, tras detectar Sanidad 45 nuevos focos, cifra que pulveriza cualquier registro anterior. Solo el pasado 4 de septiembre se comunicó una cifra cercana (38). Entre todos ellos aglutinan a 187 positivos. En cuanto a su distribución, se concentran en las tres capitales de provincia, que registraron seis cada una. Destaca el caso de Ontinyent, donde Sanidad informó el martes de cuatro nuevos focos y ayer añadió dos más. Gandia, donde también se registraron dos el martes, añadió ayer otros tres.

En Alzira se detectaron tres más y en Sueca, dos. Asimismo los otros municipios con brotes nuevos son Xàtiva, Morella, Algemesí, Alberic, Moncofa, Vall d´Alba, Massanassa, Alfafar, Almassora, Dènia, Borriana, Teresa, Vall d´Uixó, Carcaixent, Miramar, Sedaví y Foios. En cuanto a su tipología, las reuniones de familiares y amigos siguen siendo el principal motivo de contagio. De los 45 brotes reportados ayer, 35 son de «ámbito social», según la Conselleria de Sanidad. Además, ocho están relacionados con el entorno laboral, uno extracomunitario y el último, uno de los seis de Alicante, no está especificado por el departamento de Ana Barceló. Por otra parte, el número total de contagios dio ayer una cierta tregua, si bien se viene experimentando una suerte de picos de sierra en los reportes diarios de Sanidad que impide extraer conclusiones a corto plazo. Ampliando el foco y comparando con los dos últimos inicios de semana, sí se intuye una cierta desaceleración de los contagios. En este punto hace dos semanas se acumulaban 2.775 casos; la pasada eran 2.547 y en la actual son 2.286.

Los datos de ayer también reafirman el desplazamiento del epicentro de la pandemia hacia el sur de la Comunitat Valenciana. Alicante, con 282, superó en casos a Valencia (221). Los casos activos no se comunicaron ayer debido a un «problema informático» en la actualización de las altas, según informó Sanidad. En cuanto a la presión hospitalaria, son 507 las personas ingresadas y 68 las que requieren de cuidados intensivos. En lo que respecta a las residencias, si bien el número de estos centros con algún caso se redujo de 57 a 56, la conselleria informó de 51 nuevos residentes y 17 trabajadores contagiados. Sigue habiendo siete geriátricos bajo vigilancia activa de control sanitario a cargo de la Generalitat. Por otra parte, el Ministerio de Sanidad actualizó ayer la tasa de positividad por autonomías entre el 6 y el 12 de septiembre. La valenciana se sitúa en el 10,2 %, que si bien es inferior a la media nacional (13 %), es más del doble de lo que recomienda la OMS, ya que su alza señala un cierto colapso en el rastreo.

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