Tres meses después de reabrirlos, dentro de la fase de desescalada, los parques infantiles de la ciudad de València quedarán cerrados a partir de esta noche. Fue precisamente a mediados de junio cuando, un par de semanas después de la reapertura de los parques y jardines, y del establecimiento de bandas horarias para salir nuevamente a la calle, cuando se quitaron los precintos a los juegos infantiles. Sin embargo, el regreso de la actividad escolar y la posibilidad de entrar en cierta contradicción con las medidas de prevención de los centros educativos, unido a la delicada situación epidemiológica de la ciudad, ha llevado a las autoridades municipales a proceder a esta nueva clausura. Así lo anunció el vicealcalde de València y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo. «Las autoridades sanitarias y educativas han establecido un protocolo muy complejo y muy detallado para separar a los alumnos y evitar el contacto entre diferentes grupos. Por este motivo, hemos decidido reforzar estas medidas con el cierre a partir de mañana de las zonas de juegos infantiles de nuestra ciudad». Se cierran los juegos infantiles, que no los parques y jardines. En total, son 664 zonas de esparcimiento, cuyo primer precinto se produjo con el establecimiento del estado de alarma. En aquel momento aparecieron las imágenes de toboganes, casitas o columpios rodeados de cinta de plástico. Esta noche, las brigadas harán el proceso a la inversa, de tal manera que, de cara al fin de semana, padres y madres tendrán que buscar planes alternativos. La propuesta cuenta con el visto bueno del Cecopal, el centro de coordinación de diferentes delegaciones del ayuntamiento para coordinar actuaciones en estas situaciones de emergencia así como para optimizar la gestión de los medios humanos y materiales disponibles. Campillo subraya que los parques y jardines continuarán abiertos, y que solo se cierran temporalmente las áreas recreativas infantiles al aire libre mientras se mantenga la actual situación de repunte en la cifra de contagios de la covid-19.
El curso escolar ha empezado con unas estrictas normas de seguridad, tratando de evitar los contactos excesivos, algo que no estaría correspondido con la realidad si después, esos mismos niños sí que socializan en los juegos. «Tenemos que atender a la situación especial en que se encuentra València, con una población muy alta, que recibe muchos visitantes y en la que el coronavirus ha tenido un impacto importante». Todo ello, a pesar de que durante los tres meses que han estado en funcionamiento, han sido desinfectados sistemáticamente por brigadas de limpieza. «Ahora vamos un paso más allá para contribuir a evitar concentraciones en espacios reducidos y mantener la separación entre los niños y niñas». Se trata, obviamente, de una medida mala para las familias, especialmente para los que tienen niños de corta edad, pero sin demasiada opción. De hecho, la opinión general se mueve entre la resignación y, en todo caso, al enfado por esa cantidad de rebrotes que podrían haberse evitado. El edil anunció que se trata, como es fácil imaginar, de un cierre temporal, pero sin llegar a aventurar una fecha para su reapertura. «Será hasta que la situación epidemiológica lo permita y baje la curva de contagios en la ciudad, y en todo caso siempre pensando en la salud y la seguridad de los más pequeños». Con esto «estaremos intentando controlar los contagios», para los que los niños, asintomáticos por definición, son una auténtica lanzadera de transmisión a otros grupos de edad más vulnerables. Más allá del cierre de las zonas de juego infantiles, «hoy por hoy las medidas más importantes y eficaces frente a la covid-19 son las de autoprotección; higiene personal, distancia social y mascarilla obligatoria».
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