Un incendio declarado en torno a las 16 horas de ayer en el término municipal de Buñol obligó a desalojar de forma preventiva unas 50 chalés situados en la partida de La Cabrera, según confirmó a este diario Juncal Carrascosa, alcaldesa del municipio.

El fuego, que se dio por controlado en torno a las 20 horas, no provocó ningún daño personal ni material en los inmuebles cercados por las llamas, si bien arrasó una zona de pinada y monte bajo cuya extensión no había sido calculada al cierre de esta edición. El incendio se inició en unos bancales abandonados , cerca del parque eólico.

En las tareas de extinción participaron dos aviones Foco del Ministerio para la Transición Ecológica, cinco helicópteros y seis aviones de la Generalitat además de cuatro unidades de bomberos forestales, cuatro autobombas, siete dotaciones de bomberos, seis brigadas de Divalterra y una unidad de prevención.

Las condiciones meteorológicas de ayer, con un viento de poniente de hasta 93 km/h según Aemet, complicaron la evolución del incendio. De hecho, en esa zona se encuentra un parque eólico debido a lo habitual de que se produzcan rachas fuertes.

Ante la evolución de las llamas, Emergencias de la Generalitat estableció la situación 1 del Plan especial de Incendios Forestales ante el temor de que pudiera afectar gravemente a bienes forestales y, en su caso, afectar de forma leve a la población.

Según apuntaba ayer Carrascosa, las 50 viviendas afectadas son «en su gran mayoría segundas residencias de vecinos de Buñol», donde se trasladaron ante la pandemia para aprovechar la menor densidad poblacional que en el núcleo urbano del municipio. No hubo que habilitar ninguna instalación de urgencia aunque muchos residentes al cierre de esta edición seguían a la espera de poder acceder a la zona y comprobar los daños.

La concejala señaló que el fuego quedó muy cerca de «seis o siete casas» y que se desconocía tanto el número exacto de afectados por el desalojo como el origen del incendio.