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881 actos con la nueva normalidad

Puig y Barceló aparecen como los más activos y Garijo, Pascual y Soler, los que menos

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El estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez el 16 de marzo hizo estragos en la actividad del Consell. Las agendas de los miembros del Ejecutivo comenzaron a vaciarse y sólo algunos mantuvieron un trabajo relevante. En las semanas más duras del confinamiento, prácticamente toda la acción del Consell se focalizó en el president Ximo Puig, y en la titular de la Conselleria de Sanidad, Ana Barceló.

El periodo de la llamada nueva normalidad con el fin del estado de alarma, que entró en vigor el pasado 22 de junio, ha reactivado de nuevo las agendas de los doce integrantes del Botànic II, aunque los ritmos han sido muy distintos en estos tres meses. En su conjunto, la agenda de los titulares de las doce conselleries suma 881 entradas con cuestiones muy variadas que van desde comparecencias públicas, reuniones con el tejido social, cultural o económico, visitas a municipios, participación en las mesas de reconstrucción, conferencias, etc. El resultado es una media de 73 actividades por integrante.

El análisis de las agendas de los consellers y conselleres, desde el 22 de junio hasta el pasado viernes, permite extraer algunas conclusiones. La primera es que este gobierno de coalición entre PSPV, Compromís y Unides Podem se mueve a velocidades distintas. Una disparidad constatable si se compara la agenda más dinámica (la de la titular de Sanidad) con la más desahogada del conseller de Hacienda, Vicent Soler.

Una segunda conclusión es que las nuevas conselleries del Botànic II (Innovación y la vicepresidencia segunda y conselleria de Vivienda) no acaban de arrancar, al menos en cuanto a la actividad de sus titulares. Un análisis pormenorizado muestra que algunos consellers pueden parecer a priori más activos que otros por el hecho de que incluyen todas la reuniones de despacho que mantienen con su propio equipo. Es el caso de Dalmau que incorpora todas la reuniones que a diario mantiene con los diferentes altos cargos de su conselleria, a veces hasta cuatro citas en un mismo día. El recuento realizado por este diario no tiene en cuenta estos encuentros que son lógicos, pero que añaden poca información respecto a la actividad de un conseller. Siguiendo con el ejemplo de Dalmau, de tenerlos en cuenta, su agenda habría engordado con 88 actos más.

La agenda del vicepresidente se distingue también por las numerosas visitas a municipios y esta última semana fue foco de atención por recibir al cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, en calidad de experto sobre el impacto social del Covid-19. Con todo, Dalmau está por encima en actividad del conseller de Educación, Vicent Marzà, con 69 actividades tras descontar las 18 referencias de su agenda a reuniones con su gabinete o altos cargos.

También la agenda de la titular de Participación y Transparencia, Rosa Pérez Garijo, es exhaustiva al recoger todas las reuniones internas con su equipo: hasta 30 , pero que al ser descontadas dejan el balance en 65 actos, uno de los más bajos. Empate técnico con la de la titular de la conselleria de nueva creación y con sede en Alicante que dirige Carolina Pasqual. Con todo, Soler quien menor actividad registra con un agenda con sólo 38 señalamientos. Una explicación es que Soler, el miembro de mayor edad del Consell, ha permanecido más tiempo que el resto trabajando desde su casa, por lo que su actividad externa ha sido menor. Hacienda es también una de las conselleries con más trabajo interno que externo.

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El análisis de las agendas lo que sí confirma es la frenética actividad en la nueva normalidad de la titular de Sanidad, Ana Barceló, y del president de la Generalitat, Ximo Puig, que se sitúan en la parte alta del ‘ranking’. Barceló, con 116 actos, dirige un departamento que ha adquirido una relevancia extrema, acorde con la situación de crisis sanitaria. La pandemia ha dado poca tregua a Barceló. De hecho, ella es la única de todo el Consell que prácticamente no ha parado en verano. Su agenda ha estado activa todo el mes de agosto, al go que no le ha ocurrido al resto de sus compañeros que mínimo han sumado dos semanas seguidas sin actividad, aunque otros apenas han tenido tres actos en todo el mes.

La reconstrucción dinamiza la vuelta


Puig ha descartado acometer cambios en la primera línea del Consell, si bien durante el estado de alarma llegó a mostrar en privado su contrariedad por la falta de implicación de una parte de su Ejecutivo. La primera semana de la nueva normalidad, Presidencia diseñó una mesa de negociaciones para cerrar los acuerdos sociales sobre la reconstrucción que implicó a todos los consellers. Esta tarea se refleja en las agendas de julio.

Puig, con sus más de cien actos, ha seguido acaparando el protagonismo en la nueva normalidad. Casi todos los días ha tenido actos públicos o reuniones, todas ellas relacionadas con la gestión de la pandemia. También la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha recibido la nueva etapa de forma agitada. Entre los temas relacionados con las emergencias, la función pública y el ámbito judicial ha acumulado 94 compromisos.

Aunque poco a poco algunos departamentos han podido recuperar asuntos que estaban en marcha con anterioridad a la epidemia, la actividad sigue condicionada por el coronavirus. Casi todos los consellers, sobre todo los que gestionan áreas claves, han tenido a lo largo del verano videoconferencias con los ministerios correspondientes. Barceló ha tenido la agenda llena de consejos interterritoriales. Otros, con menos presión sobre sus negociados, como Arcadi España , Dalmau o Garijo, han podido participar en conferencias.

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