En una travesía, el planeta entero amplió su tamaño. La vuelta al mundo significó mucho más que una aventura que conseguía vencer los riesgos de una batalla contra la inmensidad del horizonte acuático. Fue descubrir un inmenso océano que el primer día se mostró tranquilo y se quedó con el nombre de Pacífico, corroborar que la Tierra era redonda y que la propia denominación del globo terráqueo era errónea porque si algo domina el mundo es el agua.

Y entre los 240 navegantes y las cinco naves que partieron en la expedición de Fernando Magallanes y Juan Sebastián Elcano hace 501 años había un valenciano. Un adolescente Joan Oliver hacía las labores de grumete y navegaba entre portugueses, italianos, franceses, griegos, alemanes, flamencos, irlandeses, un inglés y otros 138 españoles con tareas como controlar los relojes de arena para calcular la distancia recorrida.

«¿Cuántos conocíais a Joan Oliver?», pregunta a los periodistas en la presentación de la exposición Ramón Jiménez Fraile, historiador, periodista y comisario de la muestra itinerante que navega sobre el velero Íbero III, que estará hasta el 2 de octubre en el Puerto de València. «Alguien ha hecho las cosas muy bien para permitir que me luzca». Y así comienza su explicación sobre el olvidado Joan Oliver o Juan de Olivar, que estaba entre los 240 navegantes que partieron, pero que cuando al llegar a la Patagonia, se montó de vuelta en una de las naves que se amotinó. Su pista llega hasta Canarias.

Este grumete será uno de los personajes en los que pondrá énfasis la exposición impulsada por la Fundación LaCaixa para acercar «la parte humana de la historia» a los estudiantes de Primaria y Secundaria que acudirán a la muestra. También lo será Enrique, el joven esclavo de Magallanes nacido en Malaca, Filipinas, que al regresar a su tierra natal durante la aventura de los navegantes españoles (antes de que Elcano volviera a España y completase su proeza) pudo convertirse en la primera persona en circunnavegar el globo.

Para el delegado territorial de la fundación en la Comunitat Valenciana, Álvaro Borrás, este tipo de acciones sirven de «vacuna contra la ignorancia en tiempos donde teorías como el terraplanismo siguen existiendo». La exposición llega tras su paso por Sanlúcar de Barrameda, Sevilla y Lisboa, y continuará hacia Barcelona.