El frente abanderado por el president de la Generalitat, Ximo Puig, para denunciar las consecuencias del «efecto capitalidad» que ha convertido a Madrid en «una gran aspiradora» de recursos en detrimento del resto de territorios ha desencadenado la reacción airada de la Fundación Faes.

El laboratorio de ideas conservador presidido por José María Aznar ha puesto al gobierno valenciano en la diana de sus críticas a través de una publicación que califica de «absurda» la estrategia del jefe de Consell, al que acusa de desconocer «la estrecha relación entre ambas comunidades» y de «escamotear la contribución de Madrid a la actividad y al bienestar» de la Comunitat Valenciana. «Madrid se ha convertido en el motor económico de España y ha asumido su deber de solidaridad en términos inequívocos», asegura FAES en su escrito, que elogia el modelo económico de la capital, sustentado -según el think thank neoliberal- en «una fiscalidad moderada, una actitud favorable al emprendimiento y un entorno libre de imposiciones identitarias que atrae talento y dinamismo empresarial y cultural». Junto a Puig, otros dirigentes autonómicos han cargado contra los privilegios de Madrid y su políticas fiscales, que amplifican las asimetrías entre territorios y alimentan la capacidad de la capital para absorber población, funcionarios y redes de influencia.

«Madrid juega con las mismas reglas y los mismos márgenes de autonomía tributaria que todas las demás comunidades», replica FAES. La fundación lamenta que la pandemia «parece haber desatado una oleada que sitúa a Madrid como diana de la descalificación». El escrito se cierra ensalzando la gestión de Ayuso y censurando que «un catalán socialista (en alusión al ministro Salvador Illa), amenace con “cerrar” Madrid».