El presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, negó ayer que vaya a participar en un frente común junto a la Diputación de Alicante contra la Generalitat para modificar el Fondo de Cooperación Municipal. Gaspar hizo esta aclaración después de que el PP asegurara que las tres diputaciones van a exigir al Consell ser receptoras -y no emisoras- de los fondos y que el plan no sea obligatorio.

«Es un error utilizar las instituciones como promotores de trincheras, ruido político o estrategias de partido», respondió Gaspar. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha pedido el apoyo de Ciudadanos para forzar a la Diputación de Alicante a aprobar el Fondo de Cooperación y dotar a los ayuntamientos de 13,7 millones. El boicot de la institución provincial ha llevado al Consell a agilizar el nuevo reparto para dar respuesta al agravio comparativo que sufren las comarcas alicantinas frente a las de València o Castelló. El líder de Cs, Toni Cantó, podría jugar un papel central como socio de gobierno del PP para obligar a Mazón a adherirse al mecanismo de financiación local.

Por su parte, el portavoz de Compromís en la Diputación de València, Xavier Rius, también defendió ayer la continuidad del Fondo de Cooperación. «No entra en nuestro esquema poner trabas a la Generalitat», resaltó. En la coalición valencianista no ven con buenos ojos el acercamiento a Mazón y se desmarcan de la reunión que Gaspar mantuvo el miércoles con el dirigente alicantino, cuyo gobierno, recalcan, se ha erigido en «bastión para combatir las políticas botánicas». Compromís defiende la línea pactada de adelgazar al máximo las diputaciones. «No sabemos si el PSOE está volteando su pensamiento», apuntó Rius, tras dicho encuentro. Gaspar defendió que las diputaciones han de estar en contacto porque gestionan intereses comunes.