El temido septiembre ha concluido con un balance agridulce del impacto de la pandemia en la Comunitat Valenciana. La lectura positiva es que, pese a registrar 4.563 casos de coronavirus más que en agosto, en estos 30 días se han curado más personas de las que se han contagiado en la autonomía, lo que ha provocado que haya 500 casos activos menos que hace un mes. En el lado negativo, los fallecimientos se han triplicado respecto al mes anterior.

Con la actualización de datos de ayer de la Conselleria de Sanidad —la última correspondiente al mes de septiembre—, en la que se reportaron 562 nuevos contagios y ocho nuevos fallecimientos por la covid, el total de casos que deja septiembre es de 16.271, casi un 39 % más que los 11.708 registrados en agosto. Sin embargo, en ese mismo periodo las altas se han disparado, pasando de las 7.804 del mes anterior a las 17.313 de septiembre. Así, mientras el diferencial de agosto era negativo —3.904 infecciones más que altas— el de septiembre deja 1.042 personas más curadas de las que se han contagiado.

Esto provoca asimismo que los casos activos con los que se arranca octubre sean 500 menos (5.545) de los que había en la Comunitat Valenciana al finalizar agosto (5.965). Este indicador lleva una semana con tendencia a la baja tras tres meses de ascenso sostenido.

Los expertos advertían durante la segunda ola de que pese al descenso de la edad media de los contagiados, si no se contenía la transmisión los fallecimientos acabarían llegando. Y ese ascenso se ha dejado sentir con fuerza en septiembre. En total han sido 134 las personas que han muerto por la covid en este mes en la Comunitat Valenciana, incluyendo las ocho reportadas ayer por Sanidad.

En agosto la pandemia se cobró 38 vidas. En cuanto a la presión hospitalaria se mantiene relativamente estable, con 24 personas ingresadas más en planta (397) y 67 en UCI frente a las 45 con las que concluyó agosto. El pico de personas hospitalizadas en planta tras el estado de alarma se vivió el 16 de septiembre, con 507 personas, mientras el tope de UCI llegó una semana después, con 81 personas en intensivos.

Por otra parte, en la actualización de ayer se comunicaron otros 28 nuevos brotes en la Comunitat Valenciana. Siguiendo la tendencia de la nueva normalidad, en especial desde el cierre del ocio nocturno, 23 de ellos fueron de origen social, dos laborales y tres, en el ámbito educativo. Estos últimos se registraron en la provincia de Alicante. Concretamente en Pilar de la Horadada, con cinco casos, y dos en Torrevieja de tres positivos cada uno.

Según desgranó ayer Sanidad, dos de cada tres brotes detectados provienen del ámbito social, que «sigue siendo el origen más frecuente». El 18,6 % corresponde al entorno laboral. En total, septiembre deja 640 brotes (21 al día), en los que han resultado contagiadas 3.066 personas, lo que implica que cada brote ha tenido de media casi cinco positivos.

CC OO exige medidas "urgentes" para los trabajadores de residencias

Los trabajadores de residencias de ancianos se concentraron ayer en València, Alicante y Castelló para reclamar mejores condiciones laborales y un convenio digno, ante las deficiencias en ratios de personal que ha destapado la pandemia.

Dichas concentraciones han estado envueltas en polémica dado al riesgo innecesario de contagio al que se exponían los asistentes. Desde UGT sostienen que, pese a apoyar al personal del sector de las dependencia, la convocatoria de las mismas supone «poner en peligro a trabajadores e incluso dar pie a que puedan surgir algunos brotes que posteriormente y de forma incontrolada pudiera derivar en la transmisión comunitaria del virus que pudiera llegar a algunas residencias».

Cerca de unas 80 personas se concentraron en València a las 11 horas de ayer ante la residencia Ballesol, en la calle Gobernador Viejo de València. Con motivo del Día internacional de las Personas Mayores, Comisiones Obreras quiso aprovechar para exigir a la Administración y a la Patronal «mejoras urgentes» porque la situación del sector es «alarmante». Por su parte, el presidente de Aerte, José María Toro, se mostró «decepcionado» por la falta de respuesta a su petición de cambio de lugar de las movilizaciones y la «poca sensibilidad» mostrada con los centros.