La Junta Central Fallera, así como los principales estamentos falleros trabajan en un Plan B para celebrar las Fallas 2021 en un contexto de restricciones que obliguen a adaptar los actos más multitudinarios a los condicionantes impuestos por las autoridades sanitarias y con las máximas medidas de seguridad para combatir la pandemia de la covid-19.

Vaya por delante que el pasado viernes, el concejal de Cultura Festiva de València, Carlos Galiana, aseguraba que la intención es «celebrar las Fallas de 2021» y que hay «unanimidad en todos los colectivos del mundo fallero, comercio, empresarios y hostelería de hacer todo el trabajo que esté en nuestras manos y luchar todos para que tengamos Fallas», resaltó, tras la reunión del jueves para aprobar el Bando de Fallas de 2021.

Sin embargo, si persisten dentro de 5 meses las condiciones actuales habría que aplicar el denominado Plan B que ya apuntaba Galiana en las páginas de Levante-EMV, a primeros de agosto. «El Plan A, sería el aplicable a un escenario en el que «tenemos vacuna y todo va bien». Está claro que este planteamiento queda lejos de la realidad a día de hoy. El Plan C sería aún peor, aquello de «todos estamos en casa» y hay un nuevo confinamiento. Este tercer supuesto no es descartable, aunque los datos invitan a un cierto optimismo: en València se acaban de levantar ciertas restricciones para los ciudadanos y en la Comunitat las cifras de contagio son mejores que en el resto de España.

Hoy por hoy, la proyección futura de cómo serán las Fallas de 2021 se acerca más al Plan B, parecido al momento que estamos viviendo ahora. Por ejemplo, en los casales se han impuesto ya los límites de aforo con 50 personas por evento y con más restricciones para cenas, reuniones, asambleas o comidas. Asimismo, tienen que contar con todas las señalizaciones para mantener la distancia interpersonal, debe haber gel de manos y se deben usar las mascarillas.

No en vano, desde que hace un par de semanas la secretaria autonómica de Salut Pública, Isaura Navarro, proporcionó las recomendaciones anti-covid a las comisiones, se ha producido una apertura masiva de casales para alberga toda clase de actos propios del curso fallero, tanto el fin de semana pasado como el acabado ayer mismo. Así, se ha podido ver a los falleros tomándose la temperatura e insistiendo en la distancia interpersonal, entre otros aspectos.

Todas estas recomendaciones de higiene y de aforo han venido para quedarse y serán ya habituales -por obligatorias - en las Fallas de 2021. Ahora bien, ¿qué pasará fuera de los casales, con los actos públicos?. Aquellos como la Ofrenda o las ‘mascletaes’, que reúnen a miles de personas y pueden ser un foco de contagio, si llegado el caso se celebrasen. «Seguramente hay actos que no podremos hacer y que cuando llegue el momento lo valoraremos», decía recientemente Carlos Galiana en una entrevista en Radio Valencia Cadena Ser.

Sobre l’Ofrena, este viernes declaraba que «el acto más multitudinario de las Fallas» no sería un problema «para los que desfilan, ya acostumbrados a ir separados y en filas de poca gente» y «muy organizados», sino que el «problema podría estar en la gente que va a ver la Ofrenda», en las posibles aglomeraciones.

Pero lo que está claro es que los monumentos «se han de quemar sí o sí». Las fallas del ejercicio de 2020 que duermen desde hace meses en Feria Valencia, la Marina, en naves industriales y en los propios talleres, «habrá que sacarlas como sea y quemarlas», tal como publicaba este diario. En conclusión, a medida que evolucione la epimedia y se acerque marzo esto se decidirá con todos los agentes implicados.

En cuanto a los artistas falleros, el plan consensuado entre la JCF y las comisiones de la ciudad y de pueblos pertenecientes a ese organismo -Quart, Mislata, Xirivella y Burjassot-, ha asegurado la estabilidad económica de los creadores al menos durante dos años: 2021 y 2022.

Gracias al compromiso de las comisiones que han firmado mayoritariamente este acuerdo, las entidades se comprometen a gastar, tanto para 2021 como para 2022, una cantidad económica equivalente al 75 % de lo pagado en hacer falla en las fiestas de 2020 para poder optar a la subvención municipal y como manera de asegurar unos ingresos relevantes para los trabajadores y empresarios del Gremio. Los cuatro pueblos citados también se han sumado a este plan de los dos años.

Ese dinero se tiene que emplear tanto en restaurar y añadir escenas a las fallas guardadas que serán las que se planten y se quemen en 2021, como en construir las de 2022. Ahora mismo los artistas ya pueden trabajar en los monumentos de dentro de dos ejercicios e incluso hay bocetos. Pero los que trabajan en las juntas locales de otros municipios valencianos no podrán optar a este plan económico ni a las ayudas de 200.000 euros que ha distribuido la concejala de Desarrollo Económico Pilar Bernabé a 29 empresas. Sea como fuere, las fallas que no pudieron arder el año pasado se quemarán el que viene. Porque el futuro de la fiesta depende de ello. El de los artistas y también el de las comisiones. «Tendremos que buscar la fórmula -decía Galiana- si no podemos salir a la calle, pero coincidirán conmigo que los artistas falleros no van a aguantar un año más» sin poder plantar y sin que sus obras sean pasto del fuego.

La postura oficial del Ayuntamiento de València, hoy 5 de octubre, es que se van a celebrar las Fallas 2021 bajo «la nueva normalidad». Y con esa premisa se trabaja en el Bando de Fallas. De ahí que se hayan puesto en marcha ya los campeonatos deportivos, los concursos de ‘play-backs’ y de teatro para que la actividad fallera no se pare. Hay que darle incentivos al fallero para que se ilusione y no tenga la tentación de darse de baja. Además, los festejos de 2021 ya tienen unas fechas ilusionantes. Por primera vez, después de una década, la semana fallera post-covid-19 tendrá un calendario largo, ya que el 12 de marzo es viernes y el 19 también, con dos fines de semana por medio. En cuanto a la hipotética ‘plantà’, debido a que los monumentos están guardados en Feria Valencia y la Marina, entre otras localizaciones, es posible que haya que sacarlos a la calle antes que otros años, para evitar colapsos en el montaje. Este año ya estaban el 3 de marzo en la calle, y en 2021, es posible que salgan el 1 de marzo o el 28 de febrero.