El albergue de Casa Caridad en el barrio de Benicalap será el nuevo hogar de Abdel y su familia durante un año. Esa es la solución que ha ofrecido la responsable y concejala del área de Bienestar Social, Isabel Lozano, a una familia que hoy será desahuciada de la vivienda que ocupaban desde hacía tres meses y que es propiedad de un fondo buitre que la reclama, como publicó ayer Levante-EMV.

Sin embargo, no habrá activistas durante el desalojo. La familia tendrá durante un año alojamiento y manutención. De hecho, la concejalía también le tramitará de «forma urgente» la ayuda de emergencia de manutención y el pago de transporte «para garantizar la continuidad de asistencia al centro escolar del menor». Y es que Abdel, con una enfermedad respiratoria, tiene un hijo de 8 años y dos mayores de edad. El primogénito (recién llegado de Madrid para ayudar a su familia) estará unos días en un hostal (también sufragado por el ayuntamiento) hasta que pueda ocupar su plaza en el albergue de Casa Caridad.

Sin embargo, todos y cada uno de los pasos de la familia debe ir precedido por una prueba PCR que le harán hoy a primera hora de la mañana en el centro de salud. Y de allí, al albergue. Eso sí, en todo momento la familia estará acompañada por integrantes del Servicio de Atención a Urgencias Sociales y colaboración de emergencias y de activistas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas València, que ha peleado para que la familia tenga hoy un techo y no se quede al raso con un hombre enfermo y un menor de 8 años. La vivienda, que llevaba 5 años vacía hasta la llegada de Abdel, quedará de nuevo sin uso.