La Conselleria de Educación y la dirección del IES Lluís Vives de València estudian alternativas para poder garantizar la presencialidad al 100 % de los seis grupos de 2º de Bachillerato diurno, después de las reiteradas quejas de algunas familias y de que un grupo de estudiantes se haya manifestado esta semana, al considerar que esto genera desigualdades ante la selectividad.

El descontento, como ya publicó Levante-EMV, surge tras la decisión del centro de impartir la docencia con turnos semanales alternos (tres o dos días presenciales y el resto, haciendo actividades en casa, sin clase online) en grupos reducidos. Se trata de una de las opciones que proponía Educación para 2020-21 y por la que han optado este y otros institutos, debido a la falta de espacio para cumplir con las medidas anticovid y el distanciamiento de los alumnos. Desde la conselleria confirman que la Dirección Territorial está «en contacto con el centro, estudiando alternativas y revisando la organización» por si se pudiera habilitar algún espacio o pasar la docencia de algún grupo por las tardes, para lo que sería necesario el consenso de las familias.

No obstante, reconocen que es «muy complicado» por las características de este IES histórico, por la masificación del centro y porque se necesita un espacio amplio y que esté siempre ventilado.