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La banca cierra el crédito a los trabajadores más afectados por la crisis

Las inmobiliarias advierten de que el 20 % de las operaciones de compra de viviendas tiene problemas porque los bancos rechazan financiar a la población de los sectores golpeados por la pandemia

Dos obreros trabajan en la construcción de un edificio de viviendas en València.

La banca ha cerrado el grifo del crédito a los trabajadores de los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus. Las inmobiliarias valencianas advierten de que entre el 15 y el 20 % de las operaciones hipotecarias tienen problemas por la reticencia de los bancos a conceder el dinero. Los concesionarios también están sufriendo la pérdida de ventas porque las financieras no autorizan las operaciones de los trabajadores afectados por los ERTE. Además, los bancos están endureciendo las condiciones.

Nora García, presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), insiste en que las entidades financieras han pisado el freno del crédito ante el temor de un repunte de los despidos y los impagos de las cuotas. «Operaciones que hace unos meses se habrían firmado ahora no se aprueban. Nos ocurre con entre un 15 y un 20 % de las operaciones. Los bancos han endurecido las condiciones. Ahora piden garantías adicionales o dobles garantías», asegura.

La representante de la asociación valenciana de inmobiliarias precisa que es una situación generalizada. «Todos los bancos han restringido el crédito. Es normal. Tienen miedo al repunte de la morosidad», añade. García apunta que a los trabajadores vinculados con la hostelería o el turismo «no les conceden la hipoteca. Incluso a personas que conservan el trabajo desde hace años». «Por ejemplo, hay casos de cocineros con contratos indefinidos a los que no les dan el préstamo por si en tres meses cierra su restaurante y se quedan en la calle», recalca.

Los concesionarios de coches tampoco están consiguiendo que las financieras autoricen los créditos de clientes afectados por un ERTE o de los sectores más castigados por la crisis del coronavirus, según confirmaron a este periódico fuentes del sector.

El Banco de España vigila al sector financiero para evitar que se repitan los errores de la crisis anterior. El supervisor español ha constatado que entre julio y agosto las entidades de crédito han endurecido «considerablemente» lo criterios para aprobar préstamos a empresas al acabar los programas de avales públicos como los del ICO.

El crédito a los hogares ya sufrió un fuerte descenso durante el segundo trimestre del año en un contexto de creciente incertidumbre económica, reducción de la actividad y caída de la confianza de los consumidores. Las hipotecas cayeron además porque las perspectivas para el mercado de la vivienda empeoraron (tendencia que se ha mantenido con un desplome del 23.5 % de la compra de inmuebles en la Comunitat Valenciana en agosto).

Un informe de la consultora AIS Group (especialista en técnicas de inteligencia artificial para el análisis del riesgo de crédito) precisa que en primavera se produjo una reducción de casi un tercio del importe total de las nuevas operaciones de crédito que formalizan las familias. Entre marzo y mayo de 2019 se concedieron 25.889 millones de euros y en el mismo periodo de este año la cifra apenas alcanzó los 17.700 millones de euros, según datos del Banco de España.

Como advierten las inmobiliarias valencianas, uno de los grandes agujeros se está produciendo en el crédito vinculado a la vivienda debido al desplome del mercado hipotecario. La cartera hipotecaria del conjunto del sistema financiero se ha reducido en 5.000 millones de euros desde febrero y es un 1,7 % inferior a hace un año.

Los expertos recuerdan que la actividad crediticia es cíclica por naturaleza y está directamente vinculada con la evolución de la economía. Cuando la economía crece, el nivel de crédito a las familias y empresas aumenta. Sin embargo, en el escenario actual las entidades han frenado el crédito mientras que muchas empresas se han visto obligadas a endeudarse para poder subsistir. Los analistas coinciden en que en la situación actual la morosidad va a repuntar en los próximos meses y es «lógico que los bancos restrinjan el crédito».

El crédito al consumo sale caro en España

Los créditos al consumo en España salen caros y lo serán más en los próximos meses por el endurecimiento de las condiciones que imponen las entidades financieras. Un análisis de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) revela que el coste de la financiación de bienes y servicios no inmobiliarios en España está por encima de la media de la Unión Europea. En el caso de los vehículos, la financiación tiene un tipo de interés medio del 7,45 % en préstamos de corta duración (de 1 a 5 años) frente al 6 % de la media europea.

Por otro lado, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió en septiembre de que la crisis desatada por la pandemia de la covid-19 «tendrá un impacto significativo sobre la calidad de la cartera crediticia» de los bancos españoles, que se reflejará en un aumento de la morosidad en cuanto acaben las moratorias y los avales públicos.

«En los próximos meses asistiremos inevitablemente a un deterioro de la calidad del crédito en los balances de los bancos, como consecuencia de la fuerte contracción de los ingresos de las empresas y los hogares durante los últimos meses» avisó. De hecho, «cabe esperar que estos deterioros se concentren en el momento en que finalicen las moratorias o cuando venza la carencia de los préstamos».

No obstante, el gobernador admitió que «existe una notable incertidumbre sobre el aumento de la tasa de morosidad que se puede producir», dado que «estamos ante una crisis de una magnitud sin precedentes y más profunda que la contemplada en los escenarios macroeconómicos adversos que se venían manejando en las pruebas de resistencia del sistema financiero llevadas a cabo en los últimos años».

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