Ni por casos detectados, ni por pacientes hospitalizados ni por gravedad. La segunda onda epidémica de coronavirus en la que aún está inmersa la Comunitat Valenciana -aunque parece que con datos optimistas- no tiene nada que ver a lo vivido en marzo, abril e incluso mayo. Las diferencias se están notando incluso en el porcentaje de personas con covid-19 que tienen que ingresar por la gravedad de la enfermedad en alguna UCI y las que no logran superarlo: si en la primera ola fallecían en las unidades de críticos uno de cada tres pacientes con coronavirus (el 33 %), el porcentaje ha caído ahora a la mitad, al 15 %. 

Así lo han confirmado a este diario fuentes de los intensivistas valencianos que apuntan a la mejora de los tratamientos para explicar esta caída, que aún debe de confirmarse cuando la segunda ola acabe. «Ahora tratamos antes y mejor», explica el responsable de la UCI de un gran hospital valenciano. Mientras en marzo todavía se desconocía cómo tratar las neumonías bilaterales que generaba el coronavirus, ahora los especialistas, tras unos primeros meses de incertidumbre, tienen claro que el único tratamiento que está sirviendo y recortando los tiempos de ingresos es el remdesivir, un fármaco que se utilizó de forma experimental contra el virus del ébola y que se estaba probando ya contra otros coronavirus. 

Las UCIS doblan el número de respiradores

Las UCIS doblan el número de respiradores

Este medicamento «ataca» al virus en sí pero a los pacientes se les trata, además, con corticoides como la dexametasona para rebajar el proceso inflamatario que genera la enfermedad, la mayoría de las veces, por una respuesta desproporcionada del sistema inmunitario ante el virus. 

Casos menos graves

Se acierta más con los tratamientos farmacológicos -atrás quedaron los meses de prueba y error con la hidroxicloroquina, por ejemplo- pero ahora también llegan enfermos «de menor gravedad», explican los especialistas. Cuando en marzo las UCI empezaron a llenarse era de pacientes con varios días de evolución y que habían recibido una alta carga viral, ahora, sin embargo «los diagnósticos llegan antes, los ingresos también y llegan incluso a la UCI casos de menor gravedad», por cuestiones, por ejemplo, como la aplicación de medidas de prevención como el uso de la mascarilla o la distancia social. Esto hace que los contagios sean con una carga viral» más baja» y que se desarrollen cuadros de enfermedad «menos graves», hasta tal punto que el porcentaje de pacientes con covid-19 que necesita ser intubado en las UCI valencianas tampoco es el mismo y se ha reducido. 

Menos días en el hospital

Son más los que logran superar la enfermedad incluso necesitando entrar en alguna unidad de cuidados intensivos pero además, los especialistas han notado que los enfermos de covid-19 necesitan estar menos tiempo en el hospital, también por un mejor tratamiento que, además, se aplica de forma temprana. 

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ya adelantó hace unos días una cifra: cuando la estancia media en el hospital antes estaba «en los 15 o 16 días, ahora ha bajado hasta los 9 días». Los expertos intensivistas reducen aún más la media de días por ingreso hasta «unos 7 días de media», y todo cuando en la primera ola ha habido casos excepcionales que han estado cerca de cinco meses ingresados en una UCI. 

El que los pacientes con coronavirus necesiten cuidados hospitalarios durante menos días no solo repercute directamente en ellos y en tener menos secuelas tras pasar por una UCI sino que «alivia» al conjunto del sistema sanitario. En la primera ola una de las cuestiones que preocupaban era la presión hospitalaria, no solo por el gran volumen de pacientes covid-19 que ingresaban desplazando a los de otras patologías sino que los ingresos eran habitualmente de varias semanas y esto ayudaba a colapsar el sistema al haber pocas camas libres, ya que estas tardaban mucho en liberarse. La bajada de los días de estancia media ha ayudado también en este sentido a que haya más rotación aunque las cifras de ingresados en estas últimas semanas no se han acercado a las que registró la sanidad valenciana en los peores meses. 

Según cifras actualizadas de ayer, en los hospitales valencianos hay ahora 473 personas con coronavirus, 72 de ellos en alguna UCI. En los últimos días de marzo había 2.189 hospitalizados por covid-19 de los que 386 llegaron a requerir cuidados intensivos. Con estas cifras -muy alejadas de lo vivido en marzo-, los pacientes con coronavirus están ocupando el 4,46 % del total de camas en hospital que hay en la Comunitat Valenciana, el 7,26 % de todas las camas UCI instaladas según los datos que aporta a diario el Ministerio de Sanidad. 

Aunque, eso sí, mientras en los meses de «respiro» que dio la pandemia en verano, la presencia de pacientes covid-19 se redujo drásticamente, esta ha vuelto a subir conforme ha subido el número de contagios en la segunda ola: a más personas con la enfermedad más probabilidades hay de que haya enfermos que necesiten ir al hospital o de una UCI. 

Según cifras del Instituto de Salud Carlos III, de los más de 32.000 casos detectados desde el 10 de mayo hasta el 7 de octubre, habían tenido que entrar al hospital el 7,4%, unos 2.400 y el 0,7 % habían necesitado ir a una UCI, unas 225 personas. Un mes antes, a principios de septiembre, eran apenas 994 las personas que habían requerido ingreso y solo 73 las que desde mayo habían entrado en una UCI.

Los cuidados intensivos tienen el doble de respiradores que al inicio de la pandemia

Ahora los respiradores invasivos están siendo menos necesarios en las UCI al ser menos, y menos graves, los pacientes que ingresan por coronavirus, pero los hospitales valencianos están mejor preparados por si las cosas volvieran a venir mal dadas. 


De esta forma, las UCI tienen ahora el doble de respiradores invasivos que antes de la pandemia: 890 equipos frente a los 428 iniciales después de la compra progresiva de 462 de estos aparatos que se ha hecho durante estos meses. 


Desde Sanidad se han ido comprando y distribuyendo arreglo a necesidades de cada departamento y volumen de habitantes atendidos. Así, los hospitales donde han ido a parar el mayor porcentaje de equipos ha sido La Fe, con 65 de los nuevos respiradores entregados, el Hospital General de Alicante, con otros 54 y el de Castelló con 43 dado que son los centros donde se instalaron los hospitales de campaña. El resto se han ido entregando entre los otros grandes hospitales valencianos y también han llegado a los comarcales más pequeños con 11 respiradores en Requena o 9 en el de Vinaròs. 


Por provincias, los hospitales de Castelló han recibido 65 respiradores invasivos, los hospitales de la provincia de Valencia 243 equipos y en los hospitales de Alicante se han adquirido 154 más. 


Desde los primeros compases de la pandemia se vio la necesidad que había en el sistema sanitario de ampliar el número de respiradores disponibles ya que, en los peores días se pudo ampliar el número de camas para pacientes críticos ocupando otras áreas pero era más difícil disponer de forma inmediata de respiradores invasivos para todas y cada una de las camas ampliadas. El abastecerse de suficientes respiradores fue uno de los requisitos impuestos por el ministerio para la nueva normalidad.