La Conselleria de Sanitat ha decretado el confinamiento de los cerca de 80 residentes de la Casa Nueva de Sagunt, un centro de acogida de migrantes que a principios de semana registró tres positivos por coronavirus. Después de que todos ellos, la mayoría dedicada a trabajos agrícolas de carácter temporal, se sometieran a las pruebas PCR y a falta de la repetición de dos por no ser concluyentes, los resultados han confirmado que un total de 32 han contraído la covid-19, lo que ha obligado a poner en marcha un plan de actuación para frenar la propagación de este brote.

La primera medida fue reunir a los contagiados en uno de los habitáculos con los que cuenta este albergue y dejar el otro a los más de 40 que arrojaron un resultado negativo en los tests, con la instrucción de que no haya contacto entre ambos grupos. En cualquier caso, estos últimos también tendrán que guardar cuarentena y el protocolo marcado por Sanitat es que todos vuelvan a realizarse las pruebas en diez días para controlar la evolución del foco.

Durante ese tiempo y mientras la mayoría de positivos siga sin presentar síntomas de la enfermedad, más allá de que uno de los primeros contagiados permanece ingresado en el Hospital de Sagunt, el ayuntamiento se encargará de atender las necesidades básicas de los migrantes, como la alimentación o la higiene, después de que ya les suministrara mascarillas, gel, termómetros y productos desinfectantes para que ellos mismos los apliquen de forma periódica, especialmente, en los baños y las duchas.

Además, el consistorio colabora con el control de entradas y salidas en el recinto, mediante la coordinación de un dispositivo de la Policía Local, la Policía Nacional y la empresa de seguridad privada que Sagunt tiene contratada. Mientras, Salud Pública se está encargando de rastrear los contactos estrechos de los 32 positivos, especialmente en sus lugares de trabajo.

Después de que las autoridades municipales de Servicios Sociales y Sanidad se reunieran con los responsables del albergue, el alcalde, Darío Moreno, quiso lanzar ayer un mensaje de «tranquilidad», pues el brote está controlado y estamos siguiendo todas las instrucciones marcadas desde Salud Pública, que cree que el foco está muy localizado, así que no se planea a corto plazo tomar medidas más drásticas».

El socialista añadió que «Sagunt es una ciudad acogedora y llena de migrantes, así que sería muy triste que esta situación generara tensiones en la convivencia. Pido empatía -insistió Moreno-, porque los más afectados son los propios residentes de la Casa Nueva».

Sobre este aspecto, la reunión con los responsables del centro de acogida que funciona desde hace 15 años sirvió para comprobar que «la mayor preocupación de las personas que están allí es perder los puestos de trabajo por este tiempo de confinamiento, así que les trasladamos que llamaríamos a sus empresas para explicarles la situación y la cuarentena que deben superar», según explica el concejal de Servicios Sociales de Sagunt, Alejandro Sotoca.