La red de Centros Dona Rural ha atendido desde enero y hasta el 31 de agosto de este año a un total de 2.018 mujeres por problemas de maltratos físicos o psíquicos, agresión sexual y acoso sexual en el ámbito laboral, según informaron ayer fuentes de la Generalitat.
Al respecto, la directora general del Institut Valencià de les Dones, María Such, destacó, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, que del total de mujeres atendidas, 490 acudían por primera vez a los servicios que la Conselleria de Igualdad pone específicamente a disposición de las mujeres víctimas de la violencia machista.
El resto de atenciones, 1.528 en total, corresponden a casos de seguimiento de años anteriores, casos retomados o expedientes de este año de otros Centros Mujer que han asumido los centros rural por proximidad territorial.
La directora general señaló que el trabajo realizado con estas mujeres evidencia algunas particularidades que diferencian el ámbito rural del urbano, y entre ellas destacó «una violencia oculta que las profesionales afloran gracias al trabajo conjunto y coordinado con otros agentes que intervienen con las mujeres».
La red de centros rurales se puso en marcha en abril de 2019 con un doble objetivo: por un lado dar atención integral y especializada a las mujeres víctimas de malos tratos y visibilizar la violencia machista en las zonas rurales y de interior y, por otro, trabajar la prevención y la promoción en materia de igualdad, según las mismas fuentes.
Such explicó que la ruralidad es un concepto «muy complejo» que no solo va ligado a poblaciones de tamaño reducido, sino que se refiere también a «un estilo de vida, una mayor distancia de los contextos urbanos y un acceso general más complicado a ciertos servicios».
Por ello, el servicio está compuesto por unos equipos itinerantes que se coordinan desde cuatro bases fijas ubicadas en Elda, Yátova, Segorbe y Sant Mateu y cuentan con una plantilla de psicólogas, trabajadoras sociales, abogadas, educadoras sociales y técnicas de integración social.
Así, desde la sede de Elda se da atención a las comarcas de Alt Vinalopó, Vinalopó Mitjà, l'Alcoià, el Comptat, La Costera, la Vall d'Albaida; desde Yátova se presta servicio a la Canal de Navarrés, Vall de Ayora, Plana de Utiel y Racó d'Ademús; Segorbe coordina las comarcas de els Serrans, Alt Palància, Alt Millars y Alcalatén, y Sant Mateu las de els Ports, Baix y Alt Maestrat.
Además, anunció un curso sobre ‘Empoderamiento de la mujer en contexto rural a través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación)’ para erradicar la «brecha digital de género» que la pandemia ha revelado en estos contextos de zonas despobladas.
El Palacio del Temple, sede de la Delegación de Gobierno, acoge desde ayer ‘Hilando Vidas’, una instalación de tejidos con los que la asociación interviene en espacios públicos para tratar temas como la violencia machista, la explotación sexual o, como en este caso, reivindicar el papel de la mujer rural en la sociedad. La muestra, que se exhibe hasta el 24 de octubre fue inaugurada por el ministro Luis Planas y por la delegada del Gobierno, Gloria Calero.