Alrededor de 150 personas se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento de València en apoyo de la menor de 5 años que fue víctima de una agresión sexual grupal en una urbanización de veraneo de un municipio costero de València en julio pasado, sin que los cuatro acusados de los hechos tengan medidas cautelares contra ellos más de tres meses más tarde.

El colectivo Alerta Feminista convocó la concentración apenas 24 horas antes, con la intención de apoyar a la víctima y de exigir que la Justicia actúe contra los acusados cuanto antes, dada la lentitud demostrada hasta ahora.

Las personas participantes en la protesta exhibieron una gran pancarta con el lema «La Justicia patriarcal es letal» y entre los participantes había decenas de carteles con leyendas que la portavoz de la Asamblea Feminista de València, Cándida Barroso resumió así: «Queremos que esa joven sepa que no está sola, que nosotras sí la creemos. Y que vamos a estar a su lado para que se haga Justicia».

«No puede ser que sigamos teniendo una justicia patriarcal como la que tenemos y que no nos crean. No puede ser que estemos así todavía. Hemos luchado mucho por evitar que hechos como este continúen ocurriendo», expresó. «Estamos muy enfadadas. Muy ofendidas», concluyó Barroso.

Tal como ha venido informado Levante-EMV, la violación grupal se produjo en la madrugada del pasado 9 de julio, en la azotea de un edificio que forma parte de la urbanización, adonde la menor, de 15 años, fue conducida por dos menores, ambos de 17 años, y dos adultos, de 21 y 22, aprovechando la situación de vulnerabilidad de la víctima, que estaba «totalmente mareada y cayéndose al suelo» por la mezcla de los fármacos que tomaba por prescripción médica con el alcohol que ingirió aquella noche en un botellón con amigos suyos de su edad.

La chica denunció los hechos al día siguiente tras contárselos a su madre, y la Guardia Civil detuvo a los presuntos implicados a finales de mes. El día 22 d en julio arrestaron a los dos menores, y al día siguiente, a los dos adultos. Sin embargo, no pusieron a los primeros a disposición de la Fiscalía, ni a los segundos los llevaron ante el juez, sino que los dejaron en libertad a los cuatro tras tomarles declaración.

Y ello, pese a que en el atestado detallaban todos los hechos incriminatorios e incluían el testimonio de otros jóvenes a quienes uno de los menores acusados contó lo ocurrido con frases como «la he cagado» y «creo que he violado a una pava».

Además, el informe médico recogía que la niña tenía un moretón en la cara interna del labio superior y escoriaciones y eritemas en los genitales y en la región lumbar.

Tras ser citado por el juez de Instrucción 3 de Massamagrell, los dos adultos quedaron en libertad sin medidas cautelares el 28 de agosto. A los menores, la Fiscalía aún no los ha escuchado siquiera: declaran el próximo 28 de octubre.