La sección segunda de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha condenado a la Conselleria de Sanidad a pagar 45.937 euros a una mujer a la que tardaron seis meses en intervenirle quirúrgicamente y se quedó ciega de un ojo.

Así se desprende de la resolución, contra la que cabe interponer recurso de casación, en la que el tribunal da la razón a la mujer, representada por la letrada Carmen Romero, y condena a la Administración pública a abonar esta cantidad más los intereses legales desde la fecha de la reclamación.

La mujer presentó un recurso contra la desestimación de su reclamación por parte de la conselleria por el daño desproporcionado causado y la pérdida de oportunidad. Relató que fue en octubre de 2010 cuando se le diagnosticó en el Hospital de Alcoi de una hemorragia vitrea de grado 3 en el ojo derecho.

En ese momento se le prescribió únicamente un antiinflamatorio oral y en su revisión, 15 días después, se constató agravamiento, puesto que solo era capaz de ver luz por ese ojo dañado. De nuevo a los 15 días se le revisó, se marchó a casa sin tratamiento, y se le volvió a citar al mes, cuando se le practicó una ecografía ocular. Era el mes de diciembre.

En marzo se le indicó a la paciente una intervención quirúrgica, un mes más tarde se le practica el preoperatorio y fue en julio cuando finalmente se le operó, nueve meses después de que se le diagnosticara la hemorrativa vitrea grave.

Dos meses más tarde sufrió una nueva hemorragia que, junto con un diagnóstico de catarata, supuso una nueva intervención que se practicó en enero de 2012, con otro retraso de cuatro meses desde su indicación.

Al día siguiente sufrió un desprendimiento de retina completo, se le volvió a operar "con un nuevo retraso" en el tiempo y con un "mal resultado", señala la abogada en su recurso. Tras ello y en los distintos controles realizados a la paciente se constató el "pésimo" resultado de las intervenciones con pérdida total de visión en el ojo derecho.

Como consecuencia, la mujer presenta ceguera total en el ojo derecho, además de un grave perjuicio estético por la afectación de la estructura ocular.

El tribunal, tras estudiar la reclamación y los informes médicos, da la razón a la mujer al observar pérdida de oportunidad, que fija en un 90%, teniendo en cuenta los seis meses de retraso iniciales, los ocho días para la intervención del desprendimiento de retina, la edad de la mujer y su situación médica previa, con lo que fija una indemnización de 45.937 euros.

PLAZOS "SOBREPASADOS AMPLIAMENTE"

La Sala indica que aún cuando la operación no se debía realizar de forma inmediata puesto que cabía la reabsorción espontánea, y los especialistas hablan de un tiempo medio de espera de entre uno y tres meses, en este caso estudiado los plazos "fueron sobrepasados ampliamente".

Recuerda que la hemorragia se presentó el 22 de octubre, la propuesta de intervención se hizo el 21 de marzo y se le operó en julio. Esto es nueve meses después de la hemorragia y cuatro meses después de la indicación quirúrgica. "Y dicho retraso no encuentra justificación alguna", advierte, para agregar: "La intervención quirúrgica, de acuerdo con las recomendaciones de los expertos, debía llevarse a cabo a lo largo del mes de enero de 2011".

A su entender, el retraso de al menos seis meses en la primera intervención originó daños en el ojo de la mujer puesto que, como indicó el perito judicial, la sangre de la hemorragia es tóxica para la retina y comprometía la estructura anatómica del ojo.