El Juzgado de Instrucción número 20 de València, que centraliza todas las investigaciones por los feminicidios consumados e intentados por los que se investiga a Jorge Ignacio P. J. ha autorizado a la Guardia Civil para que vuelva a someter a una nueva inspección ocular el vehículo en el que el presunto asesino habría trasladado el cuerpo de Marta Calvo.

La diligencia es una de las primeras consecuencias del giro en la investigación emprendido por los investigadores del grupo mixto de Homicidios integrado por agentes de la Guardia Civil de València y de la UCO tras constatar que los restos de la joven de Estivella nunca llegaron al vertedero de Dos Aguas, lo que prueba que Jorge Ignacio P. J. mintió.

Así las cosas, los investigadores entienden que, si mintió sobre cómo se deshizo del cadáver, seguramente lo hizo también en la forma de morir. Así, concluyen que la mató administrándole cocaína por vía genital, como al resto de las víctimas, y esa sería la razón por la que sigue sin revelar dónde está el cuerpo, dado que si fuese localizado, los forenses podrían probar la existencia de ese tóxico en niveles letales en su organismo.

A partir de esa hipótesis, han abierto dos líneas. La primera pasa por analizar de nuevo en profundidad el Volkswagen Passat del acusado. Dado que trató de deshacerse dándoselo a un amigo para que lo despiezase, lo más probable es que quisiese hacerlo desaparecer porque fue el medio que usó para transportar el cadáver dondequiera que lo arrojase.

Ante esa posibilidad, volverá a València el Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO), así como perros adiestrados en el rastreo de restos cadavéricos del Servicio Cinológico central del instituto armado para analizar al milímetro cada rincón del coche en busca de algún rastro biológico de Marta. Pero también buscarán cualquier ADN que pueda llevar hasta quien o quienes ayudaran al presunto asesino a deshacerse del cuerpo, primero, y a darle cobijo, después, durante los 21 días que empleó en tener clara su versión y su estrategia de defensa.

La otra línea para dar con quien pudo darle cobertura, que también ha sido autorizada por el juzgado, es destripar el iPad que la madre de Jorge Ignacio P. J. se llevó consigo a Palma de Mallorca tras pasar con su hijo en l’Olleria el fin de semana inmediatamente posterior al asesinato de Marta Calvo. Esa acción había suscitado desde el principio las sospechas de la Guardia Civil, pero la tableta no había sido analizada en toda su profundidad.

En esta ocasión, la jueza no solo ha autorizado el volcado de datos del dispositivo, sino que además ha dado permiso para utilizar cualquier técnica para conocer su contenido, actual o borrado, aunque ello suponga emplear «método invasivos».

Los datos y archivos que los especialistas del departamento de Ingeniería del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, con sede en Madrid, obtenga del iPad del presunto asesino serán posteriormente analizados por los investigadores de Homicidios.

Los agentes sospechan que ese ordenador, que fue reseteado cuando se lo llevó la madre, según ella, porque iba a empezar a utilizarlo ella, puede contener fotos o incluso vídeos de los encuentros sexuales con las víctimas, tres de los cuales, que se sepa, acabaron en la muerte de las mujeres: el de Arliene Ramos (3 de abril de 2019), el de Lady Marcela (15 de junio de 2019) y el de Marta Calvo (7 de noviembre de 2019). Además, hay constancia de otra decena de víctimas que sobrevivieron a sus encuentros con el presunto asesino en serie.

La juez aplaza la imputación de delitos  al presunto asesino

Las nuevas investigaciones, autorizadas el miércoles, han provocado la suspensión de la comparecencia de imputación, prevista inicialmente para esta mañana. En ese acto, en el que habría estado presente Jorge Ignacio P. J. es uno de los pasos a los que obliga la Ley del Jurado y sirve para informar al acusado de los delitos de los que está siendo acusado.