El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha una campaña de concienciación que repartirá cerca de 3.000 mascarillas reutilizables en los barrios de la ciudad, con el objetivo de promover su uso frente a las opciones desechables y ante el "impacto medioambiental de los residuos que se está ahora mismo generando en las alcantarillas".

Así lo ha explicado la concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, durante la presentación de esta iniciativa, que lleva por nombre 'Utiliza-la, cuida'ns' y se llevará a cabo desde este sábado y durante la próxima semana y priorizará el reparto en los barrios con menor renta per cápita, donde el gasto en este material de protección obligatorio "supone un mayor perjuicio para las familias". Se enmarca en la celebración del 24 de octubre, Día Internacional contra el Cambio Climático.

En concreto, la campaña distribuirá cerca de 3.000 mascarillas certificadas y reutilizables de 88 lavados en Patraix, Cabanyal y Benicalap, una acción que responde a la "preocupación añadida" de la Concejalía "al problema que ya conocen todos del uso de toallitas no biodegradables" y su presencia en la red.

El Ayuntamiento ha advertido que las mascarillas desechables "acaban en la red de alcantarillado" y que esta situación implica "incrementos importantes en todas las labores de limpieza de los imbornales para evitar que lleguen a las depuradoras y que puedan producir daños mayores".

Además, Valía ha incidido en que el reparto de las mascarillas en barrios con menor renta, donde contar una mascarilla "que te dura 88 puestas supone un ahorro de 80 euros en gasto de mascarillas quirúrgicas".

La concejala Elisa Valía ha recordado a los ciudadanos que, de cualquier forma, las mascarillas deben desecharse en el contenedor general, el cubo gris, y nunca en el inodoro.

Impacto de las mascarillas desechables

Preguntada por el impacto de las mascarillas en la red del agua, la concejala ha explicado que se está encontrando "una cantidad significativa" de estos residuos. "Cuando son desechables se encuentran más. Nosotros prácticamente no encontramos ninguna no desechable en la red. Por tanto, nos parecía importante abordar la cuestión", ha indicado Valía.

No obstante, ha puntualizado que se hicieron "inversiones previamente" gracias a las cuales se ha conseguido que "no lleguen a las depuradoras" y "retenerlas".

Según ha detallado, "sobre todo en los imbornales y a lo largo del colector norte se hicieron muchas inversiones en mecanismos de retención, en rejillas que permiten que a la red, a los grandes colectores, solo lleguen las aguas residuales". En este punto, Valía ha destacado que los ciudadanos tiran a la red de alcantarillado "cosas increíbles".

"Más que un coste adicional"

Así, mecanismos de retención físicos, como rejillas y otros, permiten que los objetos no lleguen a las depuradoras pero "luego hay que limpiarlos de esas rejas". En el contexto de la pandemia y el desecho de las mascarillas, se "intensifican muchísimo" los trabajos de limpieza y ello supone un "coste adicional".

Aunque "más que un coste adicional", ha matizado, "supone que hay que reincidir en la misma zona o que donde antes ibas y estabas menos tiempo ahora estás más porque hay mucho más que recoger".

"Si limpiamos ahí, ni podemos limpiar en otros sitios donde a lo mejor también es necesario, sobre todo teniendo en cuenta se avecinan amenazas de DANA y otros episodios meteorológicos que para nosotros, en el ciclo, tensionan mucho toda la red", ha expuesto.

No obstante, la edil no ha podido precisar todavía el importe que suponen estos costes y ha señalado que probablemente se conozca este dato al terminar el año.

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La concejala cree que la campaña tendrá una "buena acogida" y ha avanzado que se plantean volver a ponerla en el futuro. "Es una cuestión clave, siendo que nos va a durar muchos meses más probablemente esta situación, que la abordemos desde todos los puntos de vista y también teniendo en cuenta el impacto medioambiental", ha añadido.

Por su parte, el gerente de la empresa Acciona que se encarga del saneamiento de la ciudad, Carlos Espinosa, ha explicado que como gestores tienen "experiencia con otros productos sanitarios" y este tipo de residuos "supone al final un perjuicio económico y mal funcionamiento del sistema".