El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha confirmado en una declaración institucional que la Generalitat va a solicitar este sábado al Gobierno el estado de alarma. "No podemos estar más pendientes de los tribunales que de los hospitales", ha admitido Puig sobre la necesidad de activar la alarma para establecer un marco legal que de cabida a las medidas extraordinarias como el toque de queda que comenzará esta misma noche. Pero, ¿por qué son necesarias las medidas extraordinarias y los límites horarios ahora para frenar el avance del coronavirus?

Las prisas vienen dadas también por el giro, inesperado y rápido, que ha dado la situación epidemiológica en la C. Valenciana. De ser la región con los mejores datos de incidencia de casos acumulados se ha pasado a ser la tercera con mejor en 14 días, pero en un contexto en el que el resto de autonomías en comparación están desbocadas. Se está mejor que el resto pero porque el resto están claramente en una situación límite, los datos autonómicos no son buenos. Hoy hemos conocido que Sanitat ha registrado un nuevo récord de contagios con 1.690 nuevos casos, la cifra más alta contabilizada en la Comunitat Valenciana. Ayer se volvieron a registrar otros 1.202 contagios, 11 fallecidos y 53 brotes nuevos y la incidencia acumulada había pasado el umbral de los 150 casos por 100.000 habitantes en 14 días y subiendo. De hecho, esta ha sido la peor semana de la nueva normalidad con 5.006 contagiados.

Objetivo: evitar el impacto económico

La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, insistió este viernes por la mañana en lo dicho el jueves por el president y la consellera de Sanidad, Ana Barceló. El cierre nocturno se hacía de forma preventiva para ir «por delante del virus, no a remolque», y para evitar que más adelante se tengan que tomar medidas más duras y que tuvieran un impacto económico mayor. Oltra aseguró que la Generalitat no rompe «ningún consenso» por ir «dando pasos» con medidas para proteger la salud y la seguridad de los valencianos mientras se acuerdan medidas globales en España, y admitió que «es posible que los tiempos no sean los mismos» y entienden que «se ha de ir más rápido».