La Fundación Novaterra, Cáritas Diocesana, la Organización Nacional de Ciegos ONCE, la Plataforma del Tercer Sector de la Comunitat Valenciana y el Comité de Entidades Representantes de personas con discapacidad (Cermi) han solicitado al president de la Generalitat, Ximo Puig, que el plan de reconstrucción se haga también desde lo social. En una misiva, reclaman a Puig la incorporación de los recursos necesarios para aumentar la cohesión social y reducir la desigualdad, por ser la única forma de salir de la crisis «sin dejar heridas incurables en la ciudadanía».

Los firmantes de la carta al jefe del Consell afirman que las ayudas europeas no deben dirigirse solo a inyecciones masivas de capital a corto plazo para combatir las consecuencias de la crisis económica, sino aprovechar el volumen movilizado y la ambición del plan europeo para iniciar «reformas de calado» en las estructuras sociales dirigidas a conseguir «nuevos grados de bienestar, de formación, de integración, de cohesión social y sostenibilidad ambiental que reduzcan nuestra dependencia energética».

Consideran que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia es una oportunidad única para construir una Europa más cohesionada, resiliente y sostenible, y recuerda que la pandemia afecta más a los grupos sociales más vulnerables y se corre el riesgo en esta crisis de que las fracturas sociales se agranden.

Y le propone coprotagonizar conjuntamente con la sociedad civil «la aventura de ayudar a cambiar nuestro país, reforzar la economía valenciana, aumentar la cohesión social, reducir la desigualdad, robustecer la formación, hacer de la cultura un derecho inalienable y fomentar la integración en todas sus manifestaciones, y que todos esos logros tengan resultados, también, para las personas con más dificultades».